Entró a robar a un almacén y al salir le parten un ladrillazo en la cabeza

El novio de la víctima logró detenerlo y le propinó una paliza

Ocurrió en la zona de 4 y 517. Un delincuente armado redujo a una joven comerciante. Se alzó con el dinero de la caja y pretendió escapar. Afuera lo esperaba el novio de la víctima, que le dio un ladrillazo en la cabeza. El caco disparó contra los vecinos hasta que se le cayó el cargador. Lo detuvieron.

Momentos de suma tensión se vivieron ayer a la tarde en la zona de 4 y 517 de Ringuelet cuando un sujeto irrumpió en un almacén, redujo a una joven encargada, a la que amenazó con un arma de fuego y le sustrajo el dinero de la caja, informaron fuentes policiales.
Pero luego del robo se sucedieron una serie de hechos violentos que preocupó a decenas de vecinos.

De acuerdo al relato de la damnificada, que prefirió no identificarse por temor a represalias, todo comenzó cerca de las 17. “Recién había abierto el negocio y estaba atendiendo a un cliente. Ni bien se fue, entró un flaco que había estacionado una moto en la vereda. Se acercó al mostrador y se levantó la remera para que viera que estaba armado”, recordó la joven de 21 años. Sin perder tiempo, el maleante de unos 18 años pidió la plata de la recaudación. “Le imploré de que no me hiciera nada y le di el dinero: unos 80 pesos. Le pareció poco y me gritó para que le diera más, hasta que mi novio desde la vereda empezó a pedir ayuda”, detalló la víctima.

Es que antes de que el ladrón entrara en acción, la pareja de la encargada del comercio lo vio junto a otros dos jóvenes que unos 10 días atrás habían asaltado el almacén.

El sujeto se sintió cercado y ganó la calle. No le fue muy bien: el novio de la almacenera le arrojó un ladrillazo que impactó en la cabeza del delincuente.

Tambaleando, el caco apuntó contra el novio de la joven y detonó el arma varias veces. Salieron dos disparos. Uno dio en un árbol y el otro en el piso. Después se le cayó el cargador.

Los gritos, las detonaciones, las corridas, llamaron la atención del padre del joven, un mecánico de 60 años. Padre e hijo corrieron al delincuente hasta 4 bis y 515. “Cuando lo alcanzaron le dieron una paliza impresionante”, dijo uno de los vecinos.

La damnificada, en medio de un shock nervioso, atinó a encerrarse en el comercio y esconderse en el baño, desde donde llamó al 911.
Personal de la comisaría Sexta acudió al lugar de inmediato. Los uniformados recibieron el reclamo de los vecinos. “Es que la Policía sabe que son chorros. A veces los detienen, y así como entran por una puerta, salen por la otra”, dijo enfurecido un familiar de la víctima.

La aprehensión civil del joven ladrón culminó en una formal detención. Lo subieron a un patrullero y lo derivaron a la sede de la comisaría Sexta.

Ante la presunción de que alguna de las víctimas habría resultado baleada, se hizo presente en el lugar el flamante Jefe de la Departamental La Plata, Alejandro Moreno.

La víctima, entre llantos, confesó que está pensando seriamente en cerrar el negocio. “Es mi fuente de ingreso para vivir pero estoy con miedo”, dijo.

En lo que va del mes, de acuerdo a los dichos de la joven, el almacén sufrió tres asaltos. Dos veces cometidos por los mismos delincuentes.

O.L.Brutti
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