Arrestan a 3 guardias por matar a golpes a un preso

La víctima fue hallada en su celda. Había recibido treinta golpes en la cabeza. Tenía también lesiones en los brazos y en las piernas.

Tres agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense fueron detenidos, acusados de haber asesinado en enero pasado en el penal de San Martín a un preso, quien recibió más de 30 golpes en la cabeza, con hundimiento de globo ocular y lesiones en los brazos y en las piernas.

Fuentes policiales identificaron a la víctima del homicidio como Patricio Barros Cisneros, quien murió el sábado 29 de enero último cuando se hallaba en el Pabellón 10 de la Unidad Carcelaria 46, de San Martín.

Las detenciones se concretaron anoche y los penitenciarios apresados fueron identificados por la policía como Claudio Javier Quimen (32), Miguel Gallego (35) y Víctor Silva (24), quienes serán indagados en las próximas horas por el fiscal de instrucción de San Martín, Héctor Scebba.

Fuentes judiciales aseguraron que los detenidos están acusados del delito de “homicidio calificado”, el cual contempla penas de prisión perpetua.

Según la policía, Quimen fue apresado en su casa en la ciudad de La Plata, en tanto los otros dos fueron capturados durante dos allanamientos realizados en las localidades de San Martín y Moreno.

En tanto, los investigadores creen que en el hecho también participaron otros cuatro penitenciarios, que aún no fueron apresados.

Según determinó el fiscal Scebba, el crimen de Barros Cisneros ocurrió cerca de las 10 de la mañana del sábado 29 de enero último, cuando el preso aguardaba la visita de su mujer embarazada de ocho meses.

En esa oportunidad, Barros Cisneros discutió con los guardianes al enterarse de que el encuentro iba a realizarse en el patio del pabellón y a pleno rayo del sol y luego de que la mujer pasara varias horas de espera antes de poder ingresar a esa unidad carcelaria.

Ante los reclamos de Barros Cisneros, los penitenciarios esposaron al joven y, en medio de un fuerte intercambio de palabras, lo trasladaron hasta la oficina de control, donde lo arrojaron al piso y comenzaron a golpearlo ante la mirada de otros presos y de algunos familiares que habían concurrido al lugar como visita.

Los forenses determinaron que Barros Cisneros tenía restos de gas pimienta en su nariz, ojos e incluso en la boca, que se sospecha fue arrojado por los penitenciarios.

En la autopsia realizada se constataron más de 30 golpes en la cabeza, el hundimiento de globo ocular izquierdo y decenas de lesiones en miembros inferiores y superiores, todos ellos compatibles con una actitud de defensa por parte del detenido.

También se comprobaron lesiones en los testículos y los testigos confirmaron que al menos uno de los guardiacárceles saltaba sobre el cuerpo de la víctima, aplicando puntapiés con sus borceguíes.

Para evitar ser descubiertos por la Justicia, los penitenciarios fraguaron las declaraciones de testigos y alteraron la escena de los hechos, al punto en que colocaron una “faca” en manos de Barrios Cisneros y, con ese mismo elemento, se infringieron algunos cortes para simular el ataque.

Al ser descubierto el crimen, el subsecretario de Política Criminal del Ministerio de Seguridad bonaerense, César Albarracín, dispuso el relevo de la cúpula de la Unidad 46 de San Martín, tanto del director del penal, Leonardo Dziata, como el subdirector, Eduardo Orzusa, y el subdirector de Asistencia y Tratamiento, Mauricio Pinedo.
Además, ordenó el pase a disponibilidad preventiva a los penitenciarios que estaban bajo sospecha.

Fuentes judiciales confirmaron que el fiscal Scebba planeaba indagar a los detenidos en las próximas horas.

Fuente: Télam
9 de mayo de 2012
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