Mariana Gasso, viuda de "El Gato" Dumas, y su hija

Por Caras
Madre e hija disfrutan las comodidades de su nuevo hogar en un country de Pilar, y cuentan cómo transcurren sus días a cinco años del fallecimiento del reconocido cocinero, Gato Dumas. La diseñadora de indumentaria, Mariana Gassó de Dumas (45), y su hija, Olivia (10), viven muy felices en la flamante casa, decorada por ambas, a la que se mudaron. “Armamos este hogar de cero. Como diseñadora sabía a la perfección lo que quería y, con la ayuda de mi hija Olivia, generamos un excelente equipo para ambientarla. Estamos muy contentas con el resultado. Nuestro hogar es amplio y cómodo, y aunque aún no tenemos pileta de material, con la ‘Pelopincho’ durante el verano, nuestra casa es la más concurrida del barrio”, cuenta orgullosa Mariana.

El chef falleció cuando su pequeña hija apenas tenía 5 años, y Mariana, desde ese momento se abocó por completo a la crianza de Olivia. “Fui mamá de grande y aprendí a criarla de a poco. Oficié de madre y padre a la vez, y eso hizo que nuestra relación sea madura. Compartimos todo, pero, al mismo tiempo, mantenemos nuestra propia independencia. No por ser hija única está pegada a mi falda. Ella tiene sus actividades y las disfruta. Yo soy la que cuida más el nido, el entorno, para que pueda crecer a gusto y en paz. Nuestra relación es muy linda. Cuando me abraza y me dice que está feliz con la vida que tenemos, me siento tranquila porque significa que hice bien las cosas. Su felicidad, también, es la mía”.

La orgullosa mamá cuenta que ve en su hija muchas similitudes con su padre, desde tener la casa llena de amigos hasta el amor que profesa por los animales y su buen humor. “Oli es muy parecida al Gato. Odia perder, pero, en cambio, es la más generosa del mundo con lo material. Jamás me pide que le compre cosas. No le interesan las marcas. No viste a la moda, sino con lo que se siente cómoda. Cuando llega gente a casa, ofrece para tomar y comer. Cuando duerme es igual a él, un calco. Tiene mucha memoria y el mismo humor. Es tímida y le gustan mucho los animales. Incursionó en la gastronomía con unas clases de pastas en el colegio, y le encantó. Ella afirma que le gustaría ser arquitecta, igual que el padre al comienzo, aunque luego él abandonó por la gastronomía. Ella decidirá su futuro. Yo la respeto tanto como ella a mí. Lo único que deseo es que tenga el mejor el recuerdo de sus padres, con errores y aciertos. Eso es lo que me hace dichosa”, cuenta la diseñadora.

Durante la crianza, Oli conoció intensamente a su padre a través de las anécdotas que Mariana —que estuvo catorce años junto al chef—, le relataba. “Él está a diario con nosotras y siempre con mucha alegría. Pusimos un cuadro suyo en la cocina para el Día del Padre, y allí quedará. Hay muchas fotos y objetos de él en la nueva casa. Olivia lo tiene incorporado. Me hace preguntas y le cuento en detalle los viajes y le muestro muchas fotos. Siempre lo tiene presente, tanto en sus estudios como en su memoria. Ella es muy parecida a él. Agradezco al Gato que me haya dejado este sol en mi vida y tantos recuerdos felices vividos juntos”, concluye Mariana Gasso de Dumas.
¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante