Los vecinos del barrio Sambrizzi, en el partido de Moreno, viven saltando charcos malolientes. Sucede que, a consecuencia del colapso del sistema cloacal, la gente debe afrontar el difícil desafío de hacer malabares para salir de sus viviendas, colocando maderas, chapas y escombros donde pisar.
A todo esto, las autoridades municipales brillan por su ausencia, razón por la cual algunos decidieron marcharse de sus casas hasta que se resuelva esta situación. "Es poco digno vivir así", señaló una mujer que apuntó contra el intendente Walter Festa.
Debieron huir
En Callao, entre Corrientes y Arribeños, en el barrio Sambrizzi, de la localidad bonaerense de Paso del Rey, un matrimonio de 80 años esperaba en su vivienda, mientras su hija Noemí redoblaba sus esfuerzos por encontrar algún transporte y lograr retirarlos de la zona, ante la imposibilidad de transitar por las calles.
La urgencia de la mujer por sus padres radica en un drama que ellos y sus vecinos padecen desde hace 15 días tras la rotura de uno de los caños del sistema cloacal, siendo el desencadenante la acumulación de líquido con materia fecal y desechos sobre la calle Callao.
Es así que se forman espejos de agua en proporciones alarmantes para los moradores, por sus efectos contaminantes. Al respecto, la propia Noemí contó a "Crónica" que "el olor es terrible, por eso me los llevo de acá, hasta que haya una solución porque no pueden vivir así, incluso estuvieron dos días sin comer porque no podían salir de la casa.
En tanto, su madre, una de las más afectadas por esta situación, repetía, detrás suyo, "por favor, hagan algo". Ante semejante estado de situación, los vecinos debieron compartir el tiempo que dedican a su familia y a sus obligaciones laborales y decidieron asumir el compromiso que les correspondía a las autoridades municipales.
De esta manera, mediante sus propios medios, comenzaron a juntar maderas, ladrillos y chapas para colocar sobre el barro y las improvisadas lagunas de material fecal que se agigantan en el mencionado acceso, con el fin de salir de la zona, haciendo equilibrio, y poder cumplir con sus diferentes obligaciones.
Sin respuesta
Por su parte, desde el distrito sólo "nos dijeron que nos iban a venir a limpiar la calle, pero nada más. Lo que hicieron fue ver e irse", y en consecuencia, ante la falta de respuesta, la única alternativa que tienen los moradores es implorarle al sol que se asiente en la zona para que el agua estancada comience a ceder.