Una mujer de 21 años fue detenida por agentes de la Policía de la Ciudad en una vivienda de la localidad bonaerense de San Justo, partido de La Matanza, tras haber sido acusada de dormir con clonazepam a sus víctimas para luego robarles dinero y electrodomésticos.
La aprehensión se dio durante el allanamiento que las fuerzas de seguridad realizaron en una casa de la Avenida Brigadier Juan Manuel de Rosas (Ruta 3) y Lezica, luego de meses de investigaciones.
En este contexto, los agentes se encargaron de secuestrar electrodomésticos de distinto tipo que, de acuerdo a los primeros indicios, podrían haber sido comprados con dinero robado a sus víctimas, o bien, de la venta de los bienes sustraídos.
Por otra parte, también se conoció la información de que los oficiales incautaron dos frascos del sedante Clonazepam en gotas, con los que la detenida dormía a sus víctimas.
Frente a este escenario, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 35 -a cargo de Osvaldo Daniel Rappa- determinó que la imputada quede bajo custodia por robo y privación ilegítima de la libertad.
Una investigación de larga data
La Policía de la Ciudad realizó las tareas de búsqueda tras la denuncia de una víctima, quien aseguró haber sido dormido y robado en su vivienda del barrio de Mataderos.
El hombre -de 46 años- conoció a la mujer a través de la red social Badoo y la invitó a una cita en su domicilio. Durante el primer encuentro físico, la invitada le suministró gotas de clonazepam al dueño de la casa y lo durmió para poder concretar el robo sin resistencia alguna.
Al despertarse, el sujeto se dio cuenta que le faltaba dinero en efectivo de sus ahorros, varios electrodomésticos y otros elementos de valor.
Tiempo después, tras haber realizado la correspondiente denuncia -y por medio de la recopilación de imágenes de cámaras de seguridad y tareas de campo- los investigadores lograron individualizar a la imputada, que actuaba con un vehículo de apoyo para salir rápido del lugar y llevarse los objetos robados.
Las pistas, finalmente, dieron con un domicilio en La Matanza (una casa sin numeración, y en construcción) que, según las primeras averiguaciones, se estaría financiando con el dinero de sus víctimas.
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