El mundo Boca no pasa por su mejor momento. En las últimas horas la Justicia porteña allanó la casa del hermano de Juan Román Riquelme, Cristian Riquelme, mano derecha del ídolo de Boca. Le secuestraron 97 tarjetas de ingreso a la cancha, pases para dirigentes y pulseras para comer libre en el buffet del club.
Las escuchas comprometen a varias personas. Cuando la Policía le pidió el celular a Cristian Riquelme, dijo que lo había perdido el día anterior.
El club Boca fue allanado en sus principales instalaciones frente a una denuncia por impresión de entradas falsas para su reventa y otras actividades ilegales que probarían una conexión entre dirigentes de la institución y la barra brava, dijeron fuentes judiciales.
El procedimiento, decidido por el magistrado Pablo Casas, del Juzgado de primera instancia en lo Penal Contravencional y de Faltas N°10, se realizó por más de seis horas en el estadio la Bombonera, en el microestadio Luis Conde, situado en el complejo Pedro Pomplio, y en el Polideportivo Benito Quinquela Martín.
Dentro de la misma causa, que investiga la doctora Celsa Ramírez, a cargo de la Fiscalía de Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires, fue registrado además el domicilio de Cristian Riquelme, hermano de Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo de Boca y titular del Consejo de Fútbol.
Y también otros dos inmuebles en la Ciudad, correspondientes a Luis Ángel Vildozo y Aldo Alfredo Cufré, quienes fueron reconocidos por peritos judiciales en escuchas telefónicas relacionadas con el circuito de los tickets apócrifos.
La justicia porteña sospecha por la impresión de entradas falsas para la reventa, como también de otras conductas prohibidas, como la venta ambulante, la explotación de estacionamientos clandestinos en la vía pública y la venta de indumentaria del club por fuera del circuito oficial, realizada en concordancia entre los directivos y La 12.