Triple crimen de General Rodríguez

Triple crimen: a 5 años, el hermano de Ferrón pide que atrapen al prófugo

El señalado como autor intelectual es buscado desde 2012 y no se impuso recompensa para hallarlo. Esperan que queden firmes las condenas a los otros responsables.

 

A cinco años del triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina en la localidad de General Rodríguez, el presunto autor intelectual del hecho sigue prófugo pese a tener captura nacional e internacional, por lo que el fiscal del caso analiza gestionar una recompensa.


Se trata del empresario Ibar Esteban Pérez Corradi, de 36 años, quien es buscado por la Justicia desde el 20 de marzo del año pasado, cuando el fiscal de Delitos Complejos de Mercedes a cargo de la causa, Juan Ignacio Bidone, logró que se emitiera una orden de detención.


En el año y casi cinco meses que Pérez Corradi lleva en la clandestinidad, se realizaron varios allanamientos en distintas localidades del Conurbano y el interior del país, y hasta se siguió una pista que indicaba que estaba en Paraguay, pero nada dio resultado y el empresario continúa prófugo.

 

Diego Ferrón, el hermano de una de las víctimas del triple crimen, envió una carta en la que pide que se siga investigando y se capture al principal acusado. "Esto no terminó. Esperamos lleguemos algún día al final de esto, para que nos dé paz y Justicia plena, ya que en la causa se ventilaron muchas cosas que siguen en investigación", expresó.


Y agregó: "Mi hermano se confundió, erró el camino y pagó con la muerte. Y los que quedan acá, ¿cuándo van a pagar? Mi hermano murió sin dinero pero lógico, el poder y el dinero tapan todo y no me alcanza con los hermanos Schillaci y Lanatta. Ellos fueron herramientas de los verdaderos dueños del negocio".

 

La búsqueda


"Seguimos todas las informaciones y datos que llegan a la fiscalía, pero es difícil porque se trata de una persona de gran poder adquisitivo, que tiene los recursos para poder mantenerse en la clandestinidad", señaló a la agencia Télam el fiscal Bidone sobre Perez Corradi. Incluso no descarta "que esté fuera del país", pero confía en que "tarde o temprano será capturado".


Bidone aclaró que pese a la trascendencia que tuvo esta causa, "no hay vigente ninguna recompensa por Pérez Corradi", por lo que espera que algún organismo oficial ofrezca una suma de dinero para quienes puedan aportar datos que permitan capturar al prófugo, quien figura con "red note" (nota roja) en la página web de Interpol (www.interpol.int), como uno de los más buscados.

 


Respecto a la causa, el fiscal señaló que agurada que el Tribunal de Casación bonaerense confirme las penas a prisión perpetua de los cuatro imputados que el año pasado fueron juzgados y condenados como autores materiales del triple asesinato. Se trata de los hermanos Martín (38) y Cristian Lanatta (37) y los hermanos Víctor (30) y Marcelo Schillaci (31), quienes el 20 de diciembre fueron condenados por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mercedes a la pena de prisión perpetua.


Los cuatro fueron hallados "partícipes primarios" de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas".


Para el Tribunal, el móvil de los homicidios fue que Forza, Ferrón y Bina querían entrar al negocio del tráfico de efedrina y esto ponía en riesgo el negocio de Martín Lanatta y, principalmente, su socio, el prófugo Pérez Corradi.


El fiscal Bidone señaló que ahora los Lanatta y los Schillaci "comenzarán a ser investigados por tráfico de drogas", ya que el TOC 2 de Mercedes ordenó en su sentencia la extracción de testimonios para que la Justicia Federal les inicie una causa por sus vínculos con el tráfico de efedrina.


Según el fallo, el triple crimen comenzó el 7 de agosto de 2008, cuando Forza (34), Ferrón (37) y Bina (35) fueron convocados por Martín Lanatta al supermercado Wal Mart de Sarandí para participar de una reunión vinculada con la venta ilegal de efedrina.
Desde el supermercado, los tres hombres fueron llevados engañados hasta la casa de Cristian Lanatta, ubicada en Quilmes, donde los redujeron.


Las tres víctimas fueron ejecutadas arrodilladas y por la espalda de varios balazos usando las dos pistolas del propio Forza: una calibre .40 y otra 9 milímetros. Sus cuerpos fueron conservados en freezer hasta que finalmente los arrojaron en un zanjón del partido de General Rodríguez, donde fueron encontrados seis días después, el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados por la espalda con precintos.


El tribunal tomó en cuenta como prueba central el entrecruzamiento de llamados telefónicos que determinaron que los alertas de los equipos de radio Nextel de los acusados coincidían con los lugares donde se fueron produciendo los hechos.

 

7 de agosto de 2013

 

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