Tras un doble crimen

Quieren que renuncie la hermana de Natalia Fassi

Marisa es la intendenta del distrito y los vecinos piden que deje el cargo. Caos en la municipalidad.

El crimen de dos hermanos comerciantes desató la ira de todos los vecinos de Cañuelas, que marcharon a la comisaría e ingresaron a la Municipalidad para escuchar respuestas de parte de la intendenta Marisa Fassi, quien pasado el mediodía bajó al hall de entrada y dialogó con las personas. “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias”, sostuvo la jefa comunal, que estaba acompañada por Ricardo Casal. “Le pido a los vecinos que mantengan la calma”, solicitó el ministro de Justicia Bonaerense (ver "La seguridad es responsabilidad de la Provincia").

 

Las horas de tensión se mantuvieron durante toda la mañana. Custodiada por un cordón policial, la jefa comunal dio la cara. Su particular historia fue publicada a finales del año pasado en 24CON. Marisa es hermana de la modelo Natalia Fassi y llegó al cargo luego de que su esposo Gustavo Arrieta, intendente electo, fuera ascendido por Daniel Scioli al mando de la cartera de Asuntos Agrarios. Tal como indicaba la Ley Orgánica del Municipio, el reemplazante debía ser el primer concejal. En este caso, Marisa Fassi.

 

Ya anoche, unos 3.000 vecinos se movilizaron hasta la comisaría para pedir Justicia y seguridad; la manifestación se repitió esta mañana, pero, después de pasar frente a la sede policial, una multitud de vecinos ingresó a la Municipalidad que aún permanece ocupada. Mientras, se convocó a una marcha para hoy a las 20.30.

 

Ira y promesas

Ni siquiera las promesas de la Policía bajaron la tensión con los vecinos. El jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, y el titular de la departamental de San Vicente fueron insultados por la multitud. Son, al menos, unas 400 personas las que todavía se hallan en los alrededores de la comisaría y de la Municipalidad, y que aún se encuentran en el hall y en la planta baja del edificio comunal.

Es más, un grupo de unos diez comerciantes de la zona logró traspasar la línea de la Infantería y pudo reunirse con la intendenta Marisa Fassi -principal foco del enojo popular-, y otros funcionarios. Tras esa reunión, el jefe de la Policía Bonaerense bajó a hablar con la gente alegando que no lo había hecho antes porque estaban esperando un “equipo de audio”, a lo que recibió insultos y gritos.

“Estamos trabajando. La mesa que se ha formado en Cañuelas tiene dos sentidos: esclarecer el hecho y atender todas las necesidades de seguridad”, no pudo decir mucho más Matzkin, los chiflidos e insultos hicieron que le pasara el micrófono al Jefe de la Departamental de San Vicente, Ariel Morlini, quien no corrió mejor suerte que el jefe de la Bonaerense ante los vecinos, que además reclamaban que el día del doble crimen había sólo tres policías en la comisaría.

“Estamos consternados por este hecho. Les prometemos que estamos trabajando para el esclarecimiento. También queremos comunicarles que hay una mesa de trabajo abierta para atender a todos los reclamos…”, dijo Morlini y enseguida la gente comenzó a gritar como si estuviera en la cancha: “Marisa (por la intendenta) dónde está, dónde está, Marisa donde está…”; recogió el diario Clarín.

El principal reclamo por estas horas es por seguridad, y por eso para esta noche está prevista una marcha autoconvocada por los vecinos. Ya los comercios de la zona se habían sumado a la protesta generalizada y habían anunciado que bajarán sus persianas en señal de duelo y en reclamo de mayor seguridad.

Mientras, a unas cuatro cuadras de la Municipalidad, esta tarde velaban a los dos hermanos asesinados ayer a balazos en su supermercado y cuyo crimen desembocó en una pueblada en Cañuelas. Una pueblada que obligó al ministro de Seguridad Ricardo Casal a trasladarse a la zona con su equipo.

Hoy, más temprano y en medio del bullicio y los gritos del grupo de vecinos que protestaban en el interior de la Municipalidad, Casal alcanzó a decir que se hicieron ocho allanamientos y que trabajan en una hipótesis “muy concreta”. Sobre la posibilidad de que el móvil del asesinato haya sido una venganza dijo que “es probable” y que “la investigación está bastante avanzada”.

Minutos antes, la intendenta Fassi había intentado dirigirse a los vecinos quienes, a los gritos, exigían su renuncia. “Estamos trabajando, estamos muy dolidos, se nos han ido dos comerciantes y vamos a trabajar para que se esclarezca”. La reacción airada de los manifestantes la obligó a recluirse nuevamente en su despacho, donde está custodiada por efectivos de Infantería y donde luego recibió a un grupo de comerciantes de la zona.

Casal intervino en defensa de Fassi cuando los vecinos la condenaban: “La intendenta no es responsable de la Seguridad provincial. Los responsables somos nosotros”, subrayó.

Previamente, Matzkin, había intentado abrirse paso infructuosamente entre los vecinos que protestan en la Municipalidad. Fue imposible. Ni el pedido de silencio de Matías, el hijo de Leonardo Massa, una de las víctimas, pudo calmar a la muchedumbre.



Cómo comenzó el amor entre Arrieta y Marisa Fassi, la intendenta que quedó en el ojo de la tormenta.

 

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2 de julio de 2012

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