En Chile no hay luz, gas ni teléfonos y la gente durmió afuera de sus casas

La desesperación se convirtió en el arma de supervivencia para los ciudadanos chilenos. Tras sufrir el intenso sismo de 8,8 en la escala de Richter, más de un millón y medio de viviendas afectadas. Familias enteras quedarán en la calle, al menos por las próximas horas.

A la espera de las palabras de la presidente, Michelle Bachelet, miles de habitantes aprovecharon para saquear los locales que también quedaron en ruinas. Los hechos sucedieron en la ciudad de Concepción, una de las más afectadas por el sismo. Allí se registraron actos delictivos, pese a la intervención de los carabineros. También ocurrió lo mismo en la región de Coquimbo.

Además, cientos de personas continúan atrapadas en subterráneos y edificios, como así también muchas se encuentran sin luz, agua ni gas. En diversos lugares la gente hace cola para comprar alimentos ante el temor de problemas en la llegada de carga debido a la destrucción de carreteras.

 

Por otro lado, en la oscuridad de la noche, cientos de familias esperan fuera de sus casas la ayuda del Estado. También lo hacen por miedo a una réplica del sismo que sacudió el país, razón por la cual dormirán afuera de ellas. A su vez, otras familias tuvieron que tomar esta postura ya que los techos que lograron levantar con trabajo y esfuerzo a lo largo de sus vidas, sucumbieron ante el inmenso temblor.

 

A ellos también se les suman los turistas que han viajado al país trasandino para vacacionar. Las empresas aéreas no se hacen cargo de las estadías y no tienen lugar para descanzar. Otra de sus complicaciones es comunicarse con teléfonos móviles, ya que muchos de los mismos están fueran de servicio. 

 

Durante el día lo primero en comprar fueron: linternas y velez, radios a pila o mp3. Más tarde, dieron cuenta de la situación, lo que los llevó a adquirir alimentos, combustible y elementos de primera necesidad para sobrevivir a los próximos días. Para eso, las grandes cadenas de supermercados abrieron las puertas y no tardaron en llegar largas filas de ciudadanos con productos en los chaguitos.

 

Una noche largar y oscura se espera en Chile, que vivió una de las catástrofes más importantes de su historia. 

 

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