El cierre de listas dejó amenazas, cruces y varios heridos

Solo hay un puñado de lugares para muchos aspirantes y cuando se trata de coaliciones y no de un solo partido, las pujas son más intensas

Tanto en el oficialismo como el oposición las operaciones cruzadas, los temores a las traiciones y las rabias, juegan un papel decisivo en la propuesta electoral de cada espacio.

Heridos quedan siempre. Las listas son como la sábana corta y si uno se tapa la cabeza, se destapa los pies. Son un puñado de lugares para muchos aspirantes y cuando se trata de coaliciones y no de un solo partido, las pujas son más intensas, así como los dolores sobrevinientes y por cierto, las venganzas.

Para peor, en ningún caso la expectativa de "entrar" se extiende a la totalidad de la lista. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se eligen 13 diputados nacionales en esta elección y haciendo una gran performance, el ganador podría llegar a ingresar 6 nuevos legisladores. De manera que la puja es por esos seis espacios, nadie tiene mucho interés por lo que sigue.

En la Provincia, se seleccionan 35 nuevos integrantes de la Cámara baja, y de acuerdo a las expectativas electorales de cada uno, se definen los puestos "a entrar". Hasta el lugar 12, las dos expresiones políticas más relevantes, tienen ciertas certezas, después viene un cupo de entre los lugares 13 y 16 a los que llaman "expectantes", su destino está ligado a la mejor o peor elección que haga el espacio que lo postula.

Por ende, las peleas arrecian por esos lugares, que, como se ha visto no son tantos. En la Ciudad, dentro del espacio Juntos por Larreta la cosa está que arde, los heridos son de temer y el jefe de gobierno porteño se ha mostrado poco amable para dirimir los conflictos, lo que le genera rechazos y suspicacias. En territorio porteño, la condición de Patricia Bullrich para dejarse bajar de su candidatura, fue que vaya en la lista gente de su sector "para entrar".

Pero Horacio Rodríguez Larreta tiene muchos problemas para armar el rompecabezas. En los primeros dos lugares ya tiene a María Eugenia Vidal y Martín Tetaz por la UCR. Pero los radicales quienes un lugar más dentro de los 6 primeros, para una mujer. Y el propio Larreta tiene prometidos espacios a sus dirigentes. No estarían quedando casilleros para los dos candidatos que le prometió a Bullrich para que esta desista.

Traicionar a Bullrich no es gratis. Desde que debió exiliarse en Brasil como parte de la Juventud Peronista más combativa, a fines de los '70, la "Piba" se forjó en diversos frentes de batalla. Hace solo unas semanas, después de ser la única que respaldaba a muerte a Mauricio Macri, el varado la abandonó y ahora Larreta no le quiere cumplir lo prometido. Patricia amenaza con lanzar su propia lista: "si el no cumple yo no cumplo y a la pelea", dicen que le escucharon decir.

En el mismo distrito pero desde el Frente de Todos la cosa esta más calmada pero igual de incierta. Leandro Santoro encabezará la lista, es un hecho, pero una mujer debe ir segunda y el presidente Alberto Fernández insiste con que sea Cecilia Nicolini, su asesora de confianza, experta negociadora de vacunas últimamente. Pero Cecilia no quiere. Cuando una persona tiene oficina en la Rosada, le traen el café y se codea con el poder, ir a una oficina interna del anexo de Rivadavia y Riobamba, es una suerte de capitis diminutio.

La paz desértica que el oficialismo vive en la CABA no se replica en Provincia. Justo donde a Alberto le dijeron que no se tenía que meter, ahora le exigen a Santiago Cafiero, para ir a parar a la misma oficina del anexo de diputados donde se niega a ir Nicolini. Allí lo quiere mandar el kirchnerismo para ir por la Jefatura de Gabinete y lo tironea sin cuartel. El presidente "aguanta los trapos" dicen y contraataca mencionando para ese espacio a Victoria Tolosa Paz, justamente alguien que Cristina no quiere.

"Te digo la verdad, ya no la podía ver antes, y ahora que la propone Alberto, ni te digo", dicen en el entorno íntimo de la vicepresidenta. No le gusta Tolosa Paz, no la gusta su marido Pepe Albistur y no le gusta "que Alberto se haga el vivo", explica la misma fuente. Si termina siendo Tolosa la cabeza de la lista, será un gran triunfo de Alberto sobre Cristina, tal vez sea el real comienzo del "albertismo".

Por el lado de la oposición en Provincia la cosa no está mejor. Larreta en su afán de que su pollo, Diego Santilli, no compita con nadie, anda operando en las sombras para tratar de bajar la lista radical de Facundo Manes. Radical con peronismo, porque Emilio Monzó y Joaquín De la Torre ya se lucen con el candidato e integrarán la lista. Entre estas operaciones encubiertas, el jefe de gobierno se reunió en secreto con Ernesto Sánz, ex hombre fuerte del radicalismo que hoy goza de menos predicamento interno que un militante de base, para que lo ayude a desarticular la postulación de Manes.

Y para peor, lo descubrieron. Alfredo Cornejo, presidente del partido y coterráneo mendocino de Sánz, en un zoom donde participaron los dirigentes principales de Juntos, cuando Larreta le pidió que desarticule la lista de Luis Brandoni en CABA, le espetó: "porque no competís y te dejás de tratar de bajar a todo el mundo", e ironizó "y si no habla con Ernesto". El silencio reinó entre los participantes y luego se siguió con otro tema. El jefe de gobierno y el ex gobernador de Mendoza, no volvieron a hablar.

Larreta tiene muchos problemas. Hiere a los radicales, lastima a Bullrich o se gana el rencor de los propios. Es difícil elegir una opción en ese menú si uno quiere ser presidente.

Fernández tampoco la tiene sencilla. Tiene que completar una lista en CABA a la que nadie quiere ir, y en Provincia, se le animó a tirarle un nombre a Cristina y las consecuencias de eso, todavía son indescifrables.



¿Quiere recibir notificaciones?
Suscribite a nuestras notificaciones y recibí las noticias al instante