Pase de factura y enojos por las nuevas restricciones

Las limitaciones incluirán la circulación nocturna y el uso del transporte público. Se hará eje en redoblar los controles y se priorizará sostener las clases presenciales.

En el día en que se registró un récord de contagios desde el inicio de la pandemia (20.870 casos según el registro del martes del Ministerio de Salud), con cifras especialmente preocupantes en el AMBA (donde se detectaron 2.281 y 10.402 casos positivos de covid en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, respectivamente), funcionarios nacionales, provinciales y municipales estuvieron ayer reunidos en Casa de Gobierno e intercambiaron posturas durante toda la tarde. Al cierre de esta edición se delineaba un punteo con las principales restricciones a implementar, que incluirán seguramente limitaciones a la circulación nocturna y probablemente un freno al uso del transporte público --restringiéndolo sólo a esenciales-- para la región del AMBA.

Como viene ocurriendo con otros temas como las PASO y la negociación con el FMI, el declamado "diálogo" de la oposición (traducido, en este caso, en la necesidad de tomar decisiones que involucran a diferentes gobiernos, cuando el margen son vidas humanas) encuentra ahora un obstáculo en la dinámica de la interna opositora: mientras Larreta se reunía en Casa Rosada, la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que el mismo jefe de Gobierno integra, se oponía de plano a todo, blandiendo la bandera de las libertades individuales. Antes aun de conocer cuáles serían las restricciones.

Por la noche, funcionarios como Axel Kicillof y Santiago Cafiero salieron a responder tajantemente a esa postura. Kicillof habló de "hipocresía, irresponsabilidad y oportunismo". "Nosotros trabajamos para cuidar a los argentinos y argentinas, y en la coordinación diaria nos sentamos con varios de los que integran esa mesa. Generen propuestas, no chicanas", le pidió Cafiero a Patricia Bullrich.

Temprano por la tarde de ayer, la reunión de una hora y media entre Cafiero, sus pares Carlos Bianco y Felipe Miguel, y los funcionarios de Salud Carla Vizzotti, Fernán Quirós y Nicolás Kreplak, transcurrió entre "la evaluación y el intercambio". En términos generales, las propuestas acercadas desde la Ciudad furon desde un comienzo "más light" que las de provincia en términos de restricciones, aunque con posibilidades de acercamiento. El horario de freno a la circulación nocturna, por ejemplo, era uno de los puntos aún en discusión: 22 versus 24. También la modalidad: cierre de locales versus prohibición para circular.

Al conocerse el alarmante dato del reporte de rutina del Ministerio de Salud las luces rojas dieron paso a la posibilidad de acordar la restricción en el transporte público a los esenciales (pero incluyendo esta vez a docentes y estudiantes). Volvería a implementarse a través del uso de la aplicación Cuidar, como el año pasado. Algo que al final del día quedaba aún al filo del punteo, mientras los graznidos de los halcones retumbaban en medios hegemónicos y Twitter se dividía entre las tendencias: 1) #CierrenTodo; 2) AbranTodo; 3) FrenemosLaSegundaOla; 4) NoNosVanAEncerrarDeNuevo.

Más allá de las definiciones sobre la restricción, se habló de que el del control debe ser un eje esencial a implementar. "Todas las partes saben que hay que restringir. Pero si no se controla el cumplimiento del protocolo, ninguna restricción va a ser eficaz. Podemos abrir los restaurantes hasta las 22, hasta las 23 o hasta las 24, pero si antes no se respeta todo lo otro, no sirve", razonaban desde Casa de Gobierno.

El otro eje que se abordó en la reunión fue la necesidad de acelerar en todo lo que sea posible el ritmo de la vacunación, y en este punto, tal como acordaron en la charla remota que mantuvieron Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta el sábado, se suma la vacunación del PAMI, no sólo en la Ciudad sino en otros grandes centros urbanos, en todos los casos, consenso de por medio. 

Las medidas se tomarán partiendo de la base de que está compobado que son las reuniones sociales, tal como advirtió también Carla Vizzotti, las principales propagadoras del virus.

Lo que también quedó claro y consensuado es que, más allá de la implementación de cualquier restricción, se priorizará el dictado de clases presenciales en todos los casos. La decisión va en línea con los que acordaron también el martes, en la sesión del Consejo Federal, los ministros de Educación de todo el país: se sostendrá la presencialidad porque los datos indican que no es en las escuelas donde se dan los contagios.

Según el análisis del Ministerio de Educación en base a datos de la plataforma Cuidar Escuelas compartidos en esa reunión, sobre el total de estudiantes que asistena clases presenciales solo registraron contagios en el 0,16% de los casos, y en el 1,03% de los docentes, sin que esto signifique que esos contagios se hayan producido dentro de las escuelas.


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