La reforma judicial logra unir a Macri, Vidal y Larreta

El ala dura, con Macri y Bullrich a la cabeza, buscaba un rechazo total de la reforma judicial y la moratoria, pero debió contentarse con un comunicado sin firmas. Bloquearían en el Congreso cualquier nuevo candidato para el máximo tribunal.

La discusión sobre la reforma judicial volvió a mostrar diferencias internas en Juntos por el Cambio. Tras un encuentro virtual entre los principales referentes del espacio opositor, del que participaron el ex presidente Mauricio Macri, el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la ex gobernadora María Eugenia Vidal, resolvieron rechazar la ampliación del número de miembros de la Corte Suprema. Fue el punto en el que se pudieron poner de acuerdo. Sobre la reforma judicial, el jefe de gobierno fue de los que planteó que había que estudiarla antes de pronunciarse, pero el ex presidente demandó un rechazo total, incluso antes de leerla. El comunicado de Juntos por el Cambio, finalmente, salió sin firmas y seis horas después de terminado el encuentro y se centró solo en un punto: "Nos oponemos al aumento de miembros de la Corte Suprema", se tituló. Aseguraron que bloquearán en el Senado cualquier propuesta de nuevos jueces para el máximo tribunal. 

Fue la tercera reunión de la mesa ejecutiva de Juntos por el Cambio. Ocurrió este martes a las 9 de la mañana por Zoom. Estuvieron, como siempre, los presidentes de cada partido: Patricia Bullrich, por el PRO; Alfredo Cornejo, por la UCR; y Maximiliano Ferraro, por la Coalición Cívica-ARI. A ellos se sumaron Larreta, Vidal, Cristian Ritondo, Luis Naidenoff, Mario Negri y Martín Lousteau. También participaron Humberto Schiavoni, Maricel Etchecoin Moro y Juan López, además del flamante auditor Miguel Angel Pichetto. Y, como frutilla del postre, esta vez estuvo Macri.

Conversaron sobre cuatro temas: la moratoria y la situación del empresario Cristóbal López (y de cómo podría beneficiarlo esa medida), la posible ampliación de la Corte Suprema y la reforma judicial. Hubo diferencias en torno a la moratoria: el ala dura del PRO quería rechazarla de plano, mientras otros planteaban que en lo que beneficie a la población debían acompañarla. Bullrich nuevamente fue la más dura y quedó claro para algunos de los asistentes que ya tenía el comunicado en contra escrito antes del encuentro.

La reforma judicial los unificó un poco más, si bien existen diferencias de estilo y matices. Hay quienes --como Larreta-- plantearon que había que estudiarla primero. Macri fue de los más duros en pedir el rechazo total de cualquier iniciativa, incluso antes de leerla. En lo que estuvieron todos de acuerdo fue en oponerse a que se amplíe la cantidad de jueces de la Corte Suprema, a la que Macri durante el comienzo de su mandato intentó sumar dos magistrados sin pasar previamente por el Senado y con un decreto. "Aumentar la cantidad de jueces no asegura mayor independencia", advirtió una de las asistentes.

Según contaron algunos participantes a este diario, Macri también aportó un tono de comedia involuntario cuando propuso que salgan a defender su gestión económica. Más de uno debe haber apurado un vaso de agua o haber simulado problemas en la conexión de Internet.

Al final, consensuaron sacar un comunicado, que se publicó seis horas después de terminada la reunión, lo cual dice algo sobre las dificultades en su redacción. Originalmente, iba a ser sobre los cuatro temas abordados (moratoria, Cristóbal López, reforma judicial y la Corte Suprema), pero terminó siendo más que nada sobre el último punto, que es el tema en el que hubo mayor consenso general. El comunicado, por cierto, salió sin firmas y con el membrete de Juntos por el Cambio.

Cinco para todo

"Los países serios tienen algunos acuerdos básicos inquebrantables, entre ellos su diseño institucional el cual debe sostenerse en un marco de estabilidad y perdurable en el tiempo. La estabilidad del máximo tribunal es un valor en sí mismo, que resguarda la independencia del Poder Judicial, la seguridad jurídica y en definitiva la calidad democrática y de las instituciones de nuestra República", comienza el texto.

"La composición actual de la Corte, de cinco miembros, es el número que más se ha mantenido a lo largo de nuestra historia y fue votado casi por unanimidad por última vez en el año 2006", advirtieron. "Cuando Juntos por el Cambio llegó al gobierno nacional no se propuso cambiar lo que heredamos con la composición de la Corte porque siempre entendimos y defendimos el valor del sistema ideado por nuestra Constitución Nacional, la estabilidad de los magistrados y el recambio de sus miembros a lo largo de un tiempo prolongado y alejado de todo recambio político", afirmaron. Debieron pasar por alto el DNU de Macri para designar dos nuevos jueces, que generó la primera polémica institucional en su gobierno. También el ataque hasta hacer renunciar a la procuradora Alejandra Gils Carbó.

Como había habido varias discusiones sobre salir a cuestionar la reforma antes de que el presidente Alberto Fernández la diera a conocer en forma completa, finalmente el comunicado se refirió al "contexto": "El contexto en el que se presenta la posibilidad de una reforma judicial y particularmente de una ampliación de la Corte Suprema, que va a recomendar la comisión que asesore al Presidente de la Nación, no son una prioridad para la ciudadanía preocupada por angustias y carencias evidentes en materia económica, social y de seguridad", indicaron.

Cuestionaron también la comisión propuesta. "La comisión de expertos, que no integramos y no tenemos pretensión alguna de integrar, tiene una mayoría de integrantes con opinión formada, que es la de sugerir una ampliación de los miembros de la Corte Suprema y un funcionamiento del máximo Tribunal en salas. El objetivo es claro: crear una instancia más en el sistema de justicia penal federal para seguir prolongando causas, para dictar nulidades, sobreseimientos, o cualquier otra resolución judicial que garantice impunidad", lanzaron.

"Oponernos a la ampliación de la Corte Suprema también implica, obviamente, oponernos a la invitación a proponer candidatos y a facilitar los dos tercios de los votos en el Senado de la Nación para su eventual integración", advirtieron sobre una movida que bloquearía cualquier intento de nombrar nuevos jueces. Algo que no ocurrió cuando Macri finalmente se avino a enviar los pliegos al Senado de los dos jueces que nombró en la actual Corte.

Además del ala dura del PRO, en la redacción jugaron un papel importante los aliados. Los radicales ya habían adelantado su negativa a la reforma judicial. "Poner en la comisión que debe analizar la ampliación de la Corte al defensor de la vicepresidenta en las causas de corrupción sólo provoca que la comisión nazca muerta en términos de confianza pública", aseguró Negri. En tanto, Elisa Carrió fue terminante en su cuenta de Twitter: "No nos vamos a prestar a ningún tipo de acuerdo para facilitar la ampliación del número de la Corte, ninguno".

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