Evo Morales logra ventaja necesaria para reelección

El presidente de Bolivia, Evo Morales, alcanzó en los primeros minutos del 24 de octubre la ventaja necesaria para ganar la reelección en primera vuelta, mostró el cómputo oficial de las elecciones generales actualizado en línea por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Al llegar el recuento al 98% de las actas de sufragio, a las 00:08 hora local (04:08 GMT) el gobernante sumaba el 46,76% de los votos válidos, con 10 puntos de diferencia sobre el segundo, el expresidente Carlos Mesa, quien mantenía su llamado a movilizaciones  contra un supuesto fraude  para eliminar la posibilidad de una segunda vuelta.

La Constitución boliviana exige que, en caso de no lograr mayoría absoluta, el primer candidato presidencial obtenga al menos 40% de los votos válidos, con una diferencia mínima de diez puntos sobre su principal rival, para ser declarado ganador de los comicios.

"Se va confirmando el respaldo contundente del campo, que como dijimos es de donde proceden casi todas las actas de sufragio que no estaban computadas hasta el miércoles", dijo a la RedUno de televisión la parlamentaria oficialista Susana Rivero.

La victoria de Morales, quien ganaría así un cuarto mandato consecutivo, no sería ratificada de inmediato porque aún estaban pendientes de registro poco más de 600 actas de sufragio con unos 120.000 votantes inscritos, la mayoría de ellas de provincias del departamento de Chuquisaca (sur), donde el cómputo estaba paralizado.

Mesa ha desconocido por anticipado la eventual reelección de Morales y lanzó desde el 21 de octubre una campaña de "resistencia democrática" contra el cómputo oficial, cuando comenzaron a reducirse las posibilidades de una segunda ronda conforme avanzaba el cómputo electoral.

En la noche del 23 de octubre, Mesa dijo en una entrevista con la misma RedUno que se mantenía firme en su rechazo al "fraude gigantesco" del que se consideraba víctima y anunció la creación de una alianza de líderes opositores "para luchar por la segunda vuelta".

Morales, por su parte, reiteró el miércoles 23 su proclama anticipada de victoria, denunciando a la vez que las movilizaciones contra el cómputo serían parte de un golpe de Estado  de la derecha.

El avance del cómputo, en el que Morales mantuvo una firme tendencia ascendente en los dos últimos días, había resultado obstaculizado desde la noche del martes 22 de octubre por la destrucción de dos oficinas electorales regionales durante las protestas opositoras. 


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