La nueva moda de los "bicichorros"

El descontrol y la inseguridad no cambiaron mucho, pese a la tarea policial cercana al puente Pueyrredón; si hasta pintaron un graffiti en el techo del hall de la escuela Normal, y nadie vio nada.

Luego del pedido de más seguridad hecho por el gremio mercantil a las autoridades, la situación de indefención de los vecinos aumentó pese a que desde la comisaría 1ª se realizaron operativos cerca del puente Pueyrredón. Es más, como si fuera poco, ahora aparecieron los "bicichorros".

Según datos conocidos esta semana, uno de los hechos fue debajo de una cámara de seguridad, en plena tarde, sobre avenida Belgrano y Mariano Acosta, donde dos jóvenes en bicicleta le arrebataron la cartera a una mujer. Los delincuentes huyeron por Belgrano hacia la zona de Yrigoyen y Mitre.

Los vecinos, aseguraron que "en esa esquina -donde esta la escuela Normal- roban continuamente" y pidieron que "el operador de la cámara esté mas alerta", porque según testigos "los delincuentes estuvieron varios días en la zona".

También el sector de Alsina entre Palaá y Belgrano se volvió complicada y no sólo los días de partido, donde se estaciona en cualquier parte, los trapitos cobran lo que quieren y hasta entre ellos hubo una pelea en la propia puerta de la Delegación de Avellaneda Centro.

La gente común descree de la Policía Local, de los Cuidadores Ciudadanos y como dato de impunidad, fue el graffiti sobre la flamante pintura de la Escuela Superior Próspero Alemandri.

Asimismo, un informe de Diario Registrado aseguró que en Avellaneda "han aumentado los delitos en el último tiempo", donde "creció el arrebato y el motochorro, delitos más rápidos y fáciles".

Otro tema son los paradas de colectivos en la avenidas Hipólito Yrigoyen, Belgrano y Mitre, donde algunos postes tienen entre 8 y 10 anuncios lo que obliga a los choferes a parar en doble y triple fila, a la gente a cruzar entre el tránsito con el riesgo de vida y de la presencia de motochorros y bicichorros.

Y en cuanto a la escuela ENSPA, luego de gastar en pintar el frente, la fachada fue modificada por un graffiti.

Desde la institución como espacio de aprendizaje y reflexión, los directivos invitaron a esos artistas urbanos -que subieron al techo de la entrada y nadie vio nada- "a trabajar dentro de la escuela en la elaboración de un mural realizado en conjunto, y el dictado de talleres de arte callejero para sumarse de esa manera al espíritu celebratorio".

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