Crece el misterio por la desaparición de una nena en San Miguel

Dos helicópteros y un grupo de perros rastreadores buscan a Sheila Ayala, desaparecida desde el domingo. Las dos hipótesis de los investigadores

Dos helicópteros, 30 perros y varias camionetas de la Policía bonaerense siguen buscando intensamente a Sheila Ayala, la niña de 10 años que desapareció el domingo pasado en San Miguel. Fue vista por última vez frente a su casa mientras jugaba con una amiga. Segundos después, Sheila se esfumó. Se hicieron cinco allanamientos para encontrarla, hasta ahora sin resultados.

Hoy miércoles, tres días más tarde, lo que aparenta ser un fuerte conflicto entre sus padres ingresa en la trama.

Los investigadores del caso siguen de cerca una disputa familiar muy fuerte entre su padre, Juan Carlos, y su madre, Yanina, hoy separados. En las últimas horas, llegó a la Fiscalía Nº 20 de Malvinas Argentinas un informe que detalla que hace pocas semanas el padre de Sheila obtuvo la tenencia legal de la nena junto a la de sus otros hermanos. Además, había conseguido que desde ANSES le depositen a él un plan social que cobraba Yanina.

Poco antes de la desaparición, según consta en el expediente, una pelea habría explotado entre ambos padres cuando la madre se enteró del traspaso de la titularidad del plan. "La madre me dijo que me iba a hacer algo que no me iba a olvidar pero yo no le di importancia porque siempre amenazaba con lo mismo", señaló Juan Carlos en su declaración.

Una de las hipótesis que por estas horas siguen los investigadores apunta a que Yanina se habría llevado a su propia hija con complicidad de otras personas a modo de "venganza": las narices de los perros apuntan en su dirección.

Afiche por la desaparición de Sheila

Bruno, can de la Bonaerense especializado en rastrear personas vivas, y un perro de Gendarmería siguieron un posible rastro de Sheila tras su desaparición. Trazaron un camino, virtualmente idéntico al que va desde la casa del padre hasta la de la madre, a unas 20 cuadras de distancia. Los perros se detuvieron al llegar la lugar. Hay, por otra parte, un margen de duda para esta posible prueba: Juan Carlos Ayala declaró que su hija estuvo el jueves por la noche en la casa de su madre, por lo tanto no se sabe si el rastro que siguieron los perros es anterior o posterior a la desaparición.

La otra hipótesis que baraja la Justicia tiene que ver con algo mucho más oscuro que un simple secuestro, algo que agita los fantasmas del caso de Candela Sol Rodríguez, desaparecida y asesinada en 2011. Tanto el padre, ante la fiscalía, como el resto de la familia, ante varios medios de comunicación, denunciaron que la madre estaría involucrada en la venta de estupefacientes, que la desaparición de Sheila podría ser una vendetta por una presunta deuda narco.

"Venganza parental o ajustes de cuentas", sintetiza una fuente con acceso al expediente: "Esas son las dos hipótesis, estamos buscando pruebas e indicios que nos lleven hasta la ubicación de la nena. Esto no quiere decir que haya sucedido alguno de los dos escenarios. De nuevo, son hipótesis. No descartamos nada", asevera.

El complejo del barrio Trujui en San Miguel donde Sheila vive con su padre

Según el testimonio que un vecino le brindó al fiscal Gustavo Carracedo, Sheila estaba jugando en el patio interno del complejo habitacional en el que vive en el barrio Trujui de San Miguel. En algún momento, una persona de sexo femenino se habría asomado por el portón de ingreso al predio y le habría dicho "Sheila, vení, soy la tía". La nena habría respondido a este llamado acercándose a la puerta: nunca más se la volvió a ver.

Tanto el municipio de San Miguel como la bonaerense revisan decenas de cámaras de seguridad para intentar ubicar a Sheila en algún tramo de su recorrido. En las primeras horas de la mañana trascendieron unas imágenes en las que se ve a una niña de características similares de la mano de una mujer mayor. Sin embargo ambos padres habrían descartado que se tratara de su hija.

La guerra entre ambos padres, mientras tanto, se libra con munición gruesa frente a las cámaras en la vereda del barrio Trujui. Yanina, la madre de la menor, declaró ante distintos medios que "se la llevó el padre, él sabe cosas que no me está diciendo".

Del otro lado, los hermanos Juan Carlos, tíos de la nena, señalaron a la mamá como la culpable de la desaparición y la vincularon directamente con el narcomenudeo de la zona.

Por lo pronto la búsqueda continua contra reloj. Se esperan nuevos allanamientos en las próximas horas.

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