El mapa de temperatura del peronismo que maneja CFK

La ex presidenta delinea aliados, potenciales socios políticos y adversarios en el peronismo.

El encuentro con Felipe Solá en el Instituto Patria del barrio del Congreso, fue apenas el más visible de una serie de acercamientos, directos algunos, mediados otros, que la ex presidenta viene desplegando en el amplio mundo del peronismo.

En ese giro, es clave su hijo Máximo Kirchner, por lejos el más pragmático y peronista de la cúpula de La Cámpora. Máximo contra lo que muchos piensan, cultiva el diálogo hasta límites insospechados y cree en ampliar alianzas para llegar al poder. De esto habló hace no mucho con su amigo, el español Pablo Iglesias.

La última vez que estuvieron juntos, el líder de Podemos le reconoció que fue un error no haberse aliado con el socialista Pedro Sánchez en 2016, cuando el actual presidente propuso una gran "coalición progresista" contra Mariano Rajoy. Ese entendimiento finalmente se produjo este año y derivó en la inmediata caída del ejecutivo del Partido Popular.

Cristina todavía no definió si será candidata a presidenta y no es un tema menor el costo personal y familiar. "Entramos cuatro a Olivos y salimos tres", es la frase durísima que suelta su hijo en la intimidad, cuando analiza el tremendo desgaste que sería volver a dar una pelea por la Presidencia. Pero mientras esa decisión va madurando, la ex presidenta empieza a definir el mapa de calor de sus relaciones en el peronismo.

De los presidenciables, Juan Manuel Urtubey se ubica en el extremo más frío. Imposible pensar hoy en un acercamiento. El sanjuanino Sergio Uñac genera desconfianza, a la ex presidenta le cuesta precisar su posicionamiento político y programático, aunque reconoce que no ha sido agresivo. La Cámpora y la propia Cristina mantienen además un cariño especial por José Luis Gioja, aliado en tensión del actual gobernador sanjuanino.

El tucumano Juan Manzur hoy es visto en la oposición interna, muy cerca de Miguel Pichetto. En La Cámpora se cuidan de aclarar que no tuvieron nada que ver con el escrache que sufrió el senador  en su primera incursión en el Conurbano, el viernes pasado cuando estuvo en Quilmes. "Nosotros sabemos que los escraches son horribles porque le pasó a Axel en el Buquebús, no compartimos esas prácticas", afirman.

Pichetto es reconocido como un hombre que entiende la dinámica del Congreso y la Justicia "en profundidad". Acaso un mensaje sinuoso por su cercanía a Ricardo Lorenzetti  y el juez Claudio Bonadío, que acaba de pedir la detención de Cristina.

El cuarteto de presidenciables peronistas hoy alejados del kirchnerismo, lo cierra Sergio Massa. El líder del Frente Renovador es el que menos recelo genera en el núcleo duro de Cristina. Lo ven como un dirigente con conocimiento real del manejo del Estado y en todo acaso le achacan cierta volatilidad en sus compromisos políticos.

La relación de Massa con los intendentes del Conurbano que hoy están bajo el paraguas de la ex presidenta es fluida y cotidiana; y hasta dirigentes muy cercanas a Cristina como Verónica Magario, lo visitan regularmente.

El cordobés Juan Schiaretti es un político que la ex presidenta respeta, pero tiene clarísimo que tienen en la cabeza dos países muy distintos. Así como también respeta la gestión y el manejo político de Gerardo Zamora, Gildo Insfrán y los hermanos Rodríguez Saá.

Lo curioso es que en el entorno de Cristina -sin que lo digan directamente- las candidaturas presidenciales de Agustín Rossi y Axel Kicillof, parecen más un dispositivo para entretener o ceder en una negociación futura, que un proyecto real.

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