Una inspección judicial realizada en una cárcel de Córdoba por el titular de la Procuraduría sobre violencia Institucional, Abel Córdoba, comprobó la existencia de dos camastros de hierro y diecisiete cadenas, que serían utilizadas como elementos para ejercer castigos físicos a los internos.
En una nota publicada por el diario Página/12, se consigna que “en el hospital del penal se comprobó la existencia de dos camastros de hierro y 17 cadenas de unos setenta centímetros cada una”, y que esos elementos “eran utilizados para estaquear a los internos cada vez que hacían algún reclamo por las condiciones de detención o por malos tratos que recibían durante las requisas”, según denunciaron los detenidos.
En declaraciones al matutino, Córdoba ratificó el hallazgo y mencionó que en otras inspecciones, como en Mendoza y Chaco, “no encontramos elementos de tortura”.
“La gravedad de lo que encontramos es indudable hoy, en 2013, como lo sería en 1813”, dijo el fiscal, al referise a la Asamblea General Constituyente que hace 200 años abolió la tortura.
Córdoba confirmó también que la visita a la cárcel fue realizada con el consentimiento de las autoridade del penal, a pesar de lo cual la ministra de Justicia de la provincia, Graciela Chayep, denunció al fiscal por haber ingresado “irregularmente”.
“Para ingresar a una cárcel a hacer una inspección, no se necesita una orden de allanamiento”, aclaró Córdoba.
El funcionario explicó que en la cárcel de San Martín recibieron “muchísimos testimonios de detenidos que con mucho temor nos contaron sus padecimientos y hablaron del método que allí se aplica”.
“Cuando protestan por alguna razón o hacen planteos ante los guardias, son golpeados y los llevan arrastrando hasta el hospital del penal, donde los amarran con cadenas a camastros de hierro”, agregó.
Las cadenas fueron retiradas y entregadas a la Fiscalía Federal de la provincia para que tome intervención en el caso.
11 de mayo de 2013