Cazan a un humanoide que aterrorizó a dos arrieros

La leyenda del Ucumar habla de un ser sobrenatural similar a un mono o un oso que ataca a los humanos. Dos puesteros lograron atrapar a uno.

La noche era total sobre el cerro El Crestón, ubicado cerca de la localidad de Metán, a 200 kilómetros de la capital de Salta. Los casi 4000 metros de altura ayudaron a que un grupo de nubes cubriera casi por completo el entorno que rodeaba a dos arrieros que juntaban su ganado para al otro día poder marcarlo.

En medio de la noche y el silencio, un sonido, mezcla entre bocina, grito y graznido, paralizó a los dos puesteros. Al girar con hacia el origen del ruido se toparon a pocos metros con dos ojos verdes que los encandilaban. Por instinto, el mayor de ellos, elevó el fusil que llevaba consigo y disparó. El sonido cesó y los ojos se apagaron.

Escuchando los golpes de sus latidos en sus oídos tras el terrible susto, vieron como sus perros, quienes estaban algo alejados reuniendo el ganado, se acercaron y corrieron sobre el ente que hasta hace minutos se mostraba amenazante recortado contra el cielo en una ladera del cerro. Fueron tras los perros y encontraron, tendido sobre el pasto, un animal o algo parecido, con forma humana, dos brazos y dos piernas, cabeza pequeña con grande y fuertes colmillos; estaban frente a un Ucumar.

Según una leyenda difundida en toda la zona salteña, el Ucumar es una especie de mono-oso, de baja estatura cubierto completamente de pelo negro y corto que ataca al ser humano apenas lo ve o se lo encuentra en la selva o el monte.  

Esta vez, el encuentro había sido al revés, desfavorable para la extraña criatura. Los arrieros, dejaron de lado sus miedos y cargaron con el cuerpo ya sin vida del ser. El disparo había ingresado por debajo de la mandíbula y había salido por la cabeza.

La noticia del hallazgo del humanoide, ocurrida a fines de septiembre, fue difundida por el diario salteño El Tribuno, el periodista que realizó la investigación, Gustavo Pardo, explicó a 24CON que no es común que en esta zona aparezcan este tipo de seres míticos, pero desde hace unos meses los rumores se habían intensificado: “Hablamos con vecinos y hasta con los mismos puesteros, es gente muy humilde que cree mucho en las tradiciones y las historias folclórica y todo lo relaciona con eso, pero tienen las fotos del animal y el cuerpo está siendo analizado para saber qué es”.

Uno de los vecinos del paraje cercano al cerro le contó a Pardo como fue su encuentro con el cadáver del Ucumar: “Ese sábado llegué allí y me dijeron lo que les había sucedido durante la madrugada. Entré a la casa y ahí estaba, colgado de las patas, con sus manos a un costado y extendidas hacia el piso. Les pregunté qué era, y no me supieron responder. Sólo me dijeron que por la oscuridad de la noche, ellos habían pensado que se trataba de un puma o un duende, porque sólo le vieron esos ojos enormes verdes brillando (…) me dijeron que pensaron que se trataba de un puma o un duende, entonces para asustarlo hicieron un tiro, con tanta mala suerte que le pegaron en la cabeza”.

Tras la inspección de algunos vecinos, el dueño de casa, un hombre de 79 años quién efectuó el mortal disparo la noche anterior, prefirió deshacerse del cuerpo por miedo a que otro Ucumar viniera a buscar. Según los testigos, el ser cazado sería un “pichón” y era posible que su madre lo esté buscando. Le cortaron la cabeza, para guardarla como prueba, y arrojaron el cuerpo por un barranco. Sin embargo, cuando la noticia corrió por Salta, los restos fueron recuperados para ser analizados.

“Están haciendo un estudio sobre los restos, las primeras indicios muestran que se trata de un homínido, de ojos saltones, dientes largos y afilados, tetrápodo (cuatro extremidades), de pelo corto negro y con dedos en las manos y en los pies. El cráneo tiene un diámetro de 15 centímetros y la altura habría sido de entre 6 y 70 centímetros. Se cree que sería un mono caí, que igualmente sería un hallazgo porque no son de esta zona y no es común encontrarse con uno” finalizó Pardo.

Los análisis sobre los restos aún no han finalizado y no se ha publicado ningún informe oficial sobre que sería el animal cazado, no obstante los veterinarios de la zona de Metén se quedaron sorprendido al ver las fotos y no pudieron identificar a que especie corresponden los restos.


Desde Ituzaingó, en el oeste del Conurbano, el ufólogo y divulgador científico Asdrúbal Acosta apuntó lo que podría ser la solución al caso del Ucumar: “en Puerto Rico le dicen chupacabras, pero para la NASA es un EBE, Ente Biológico Extraterrestre. En Argentina se han reportado casos en amplias zonas de Salta y Santa Fe, en donde ha habido mutilación de otros animales por parte de estos EBE”.

Acosta lidera el grupo Ufo Investigaciones que durante el 2008 llevó adelante vigilias y experimentaciones sobre el fenómeno Ovni en la Base Aérea de Morón, y conduce dos programas radiales destinados a este tipo de fenómenos. Sobre los llamados chupacabras explicó que “se trata de ingeniería genética, no son animales autóctonos del planeta. Estos casos casi siempre son asociados por la gente que no conoce el fenómeno con el folclore y las leyendas del lugar. Estos EBE son androides con morfología humana diseñados para mutilar animales, para recolectar material biológico. Al animal le hacen un orificio, en la cabeza o en el pecho y le succionan la sangre y los órganos”.

“En 2002 fueron mutilados en argentina 200 animales, de cada uno retiraron, entre succión y ablación de órganos, 10 kilos de material, son 2000 kilos de material biológico y genético; eso no es para análisis, es para producción de alimentos, medicamentos o quizás más seres” finalizó el especialista.

30 de octubre de 2010
Fuente: El Tribuno

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