Llueven bombas en Siria y deja mas de 200 muertos (80 son niños)

 Miembros de la Defensa Civil de Siria ayudan a una mujer a salir de un refugio en la ciudad de Duma, el 22 de febrero de 2018.

Una columna de humo se eleva tras un bombardeo del gobierno sirio en Kafr Batna, en la región de Guta, el 22 de febrero de 2018.

Una niña herida tras un bombardeo es trasladada en una clínica improvisada en Duma, el 22 de febrero de 2018.

Al menos 250 personas han muerto, entre ellos unos 60 niños, y 470 han resultado heridas desde la noche del domingo 18 de febrero de 2018 en la periferia de Damasco bajo los bombardeos de la aviación siria, en lo que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha descrito como "el balance más mortífero de los últimos tres años [en esa zona]". En la imagen, miembros de la defensa civil siria evacúan a un civil herido en un bombardeo en Saqba (Siria), el 20 de febrero de 2018.

Según Naciones Unidas, seis hospitales han sido bombardeados, de los cuales tres estaban sin servicio y dos funcionaban parcialmente. En la imagen, dos niños heridos tras un bombardeo al este de Guta esperan a ser atendidos en un hospital de Duma (Siria), el 20 de febrero de 2018.

Vista de Guta Oriental tras un ataque aéreo del régimen sirio, el 20 de febrero de 2018. El intenso fuego de artillería durante las últimas dos semanas marca el preludio de la inminente ofensiva terrestre de las fuerzas especiales sirias, que están siendo reagrupadas en las afueras de Damasco para penetrar en el mayor reducto insurrecto de la capital.

Evacuación de un herido tras un bombardeo en Saqba, al este de Guta (Siria), el 20 de febrero de 2018. Entre cerco y combates, la deterioración de la situación humanitaria ha alcanzado un punto drástico para los residentes de Guta Oriental, donde la muerte les acecha en forma de cazas que sobrevuelan sus cabezas y de la hambruna que les amenaza.

Por primera vez en 80 días, un convoy humanitario conjunto entre la ONU y la Media Luna Roja Siria logró traspasar el cerco la semana pasada. "Las familias allí asediadas solo pueden permitirse una comida diaria y los casos de malnutrición infantil se han disparado", reza un comunicado de la ONU. En la imagen, una persona entre los escombros de un edificio dañado por los bombardeos en Duma (Siria), el 20 de febrero de 2018.

Al menos 15.000 vecinos han sido de nuevo desplazados de sus hogares huyendo de la artillería siria que este lunes han lanzado 260 morteros en el intervalo de dos horas, según el recuento que hace el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. En la imagen, dos personas buscan víctimas entre los escombros en Hamouria, en Guta oriental, el 20 de febrero de 2018.

Un hombre herido tras un bombardeo al este de Guta es atendido en un hospital de Duma (Siria), el 20 de febrero de 2018. Como en el resto de cercos del país, a la falta de alimentos se suman unos servicios sanitarios casi inexistentes, fruto de los ataques aéreos contra instalaciones médicas y la alarmante escasez de medicamentos.

Una columna de humo se eleva en Hamouria tras un ataque aéreo del régimen en la región de Guta oriental, el 20 de febrero de 2018.

Edificios destruídos tras un bombardeo al este de Guta, en Duma, el 20 de febrero de 2018. A diferencia del resto de frentes activos en el país, que se concentran mayoritariamente en las regiones fronterizas con los países vecinos, Guta Oriental está totalmente aislada.

"Ya no tenemos palabras para describir el sufrimiento de los niños y nuestra indignación", ha escrito el director regional para Oriente Próximo de UNICEF, Geert Cappalaere. En la imagen, un niño herido tras un bombardeo al este de Guta es atendido en un hospital de Duma (Siria), el 20 de febrero de 2018.

Vista general de Mesraba, Guta oriental, tras un bombardeo del régimen sirio sobre la población, el 19 de febrero de 2018.

Un grupo de personas huye de los bombardeos en Saqba, en la región de Guta oriental en Siria, el 20 de febrero de 2018. La ONU contabiliza en 393.000 los habitantes de Guta Oriental, al este de Damasco, que desde 2013 malviven bajo un doble cerco impuesto por las tropas regulares sirias en el perímetro exterior y por las milicias islamistas que controlan el interior de las barriadas cercadas.