El Gobierno volvió a importar energía

 Las altas temperaturas y la proliferación de los cortes de luz en las vísperas del Carnaval consolidaron un golpe de timón en el manejo de la cuestión energética, que ya había comenzado a insinuarse el año pasado. A diferencia de su antecesor Julio De Vido, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, acudió a Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile (los países vecinos con capacidad de exportar electricidad) para que suministraran a la Argentina la energía que necesitaba para sortear la ola de demanda. Y no se descarta en el futuro sumar a Bolivia a ese lote.

La semana pasada fue la más caótica del año en términos de abastecimiento eléctrico. El martes, por caso, más de 150.000 hogares se quedaron sin luz. Y el jueves la demanda alcanzó un nuevo récord en el país. Llegó hasta los 25.595 MW a las 15.15, según datos de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico mayorista. Para cubrir ese consumo no alcanzaron todas las máquinas de generación instaladas en el país, sino que también se sumaron aportes ingentes de los países vecinos.

La lista la encabezó Brasil, desde donde llegaron 700 MW, y continuó con Uruguay, que aportó otros 400 MW. Ambos ya habían exportado electricidad a la Argentina durante la gestión kirchnerista. La nota la dio, sin embargo, el refuerzo de 150 MW que envió Chile.

Según un informe oficial, el jueves pasado el país contó con 1200 MW de reservas operativas en las aguas del Comahue, donde hay varias centrales hidroeléctricas. Se trata de un resguardo en caso de una falla imprevista del sistema.

Una historia similar se repitió un día después, el viernes. La ola de calor llevó aun más arriba la demanda, que volvió a alcanzar un nuevo récord (esa vez fueron 25.628 MW a las 14.25) y obligó a nuevas importaciones: 491 MW de Brasil (al que también se le suele exportar electricidad), 419 de Uruguay y 144 MW de Chile. Las reservas operativas fueron incluso mayores: hubo 1600 MW en generación hidroeléctrica y 500 MW adicionales de potencial importación de Brasil, como reserva de emergencia.

A esos países se sumó Paraguay, al que también se le compró energía, aunque en menor medida. El número es mayor si se considera la porción de Yacyretá que corresponde a ese país, pero por un acuerdo le vende casi toda su producción a la Argentina.

Bolivia, que ya ofreció sus servicios, podría en el futuro sumarse a la lista de exportadores hacia el país.

Salvo el caso chileno, parte de las importaciones serán compensadas con envíos de la Argentina hacia esos países cuando sobre electricidad.