Cuánto se paga un kilo de pelo

El furor de la venta de cabello no para. Especialistas dijeron a 24CON quiénes y por qué lo compran.

En una esquina de Munro, un cartel hecho a mano, desprolijo y mal pintado, pende de un poste y comunica al barrio: “Compro pelo, pago más”. Indica un contacto telefónico y da cuenta del cada vez más próspero negocio de la compra-venta de cabello.

Peluquerías, particulares, estilistas, son todos los posibles compradores que compiten en el mercado. También a través de la Web, donde ofrecen sus servicios y prometen pagar sumas bastante abultadas.

Pero hay un requisito y las condiciones son más que estrictas. El cabello debe ser natural, virgen y, por lo general, con más de 40 centímetros de largo. ¿La razón? “Porque para hacer una peluca, por ejemplo, se descarta bastante, por lo menos unos 10cm”, explicó a 24CON Stella Maris Bus, profesional del rubro. 

Los costos varían según el color (el rubio es el más buscado, porque el oscuro tal vez haya que decolorarlo), las características (ondulado o lacio) y el grosor. En promedio, siempre dependiendo de cada caso en particular, de entre 30 a 40cm, el cabello se cotiza a un valor de $600 el kilo ya cortado, aunque algunos sitios ofrecen el corte sin cargo.

En igual proporción, cuanto más largo más caro, se llega a pagar entre $800 y $1000 si tiene de entre 60 a 90cm y, sobre todo, sin intermediarios como acopiadoras que encarecen su precio final. De todas formas, una cabellera tipo puede alcanzar un peso de 150 gramos, por lo que se puede cobrar entre $50 y $150 por persona.

Las principales consumidoras (tanto para vender como para comprar) son las mujeres adultas y su principal interés son las pelucas. “En su mayoría es gente que sufre las consecuencias de la quimioterapia (tratamiento médico para el cáncer), de calvicie, o misma personas de la colectividad (judía)”, reconoció Stella Maris.

Desde el momento del encargue, la confección de una peluca tiene un proceso manual y minucioso que puede durar hasta 10 días, y su costo “como económico” ronda entre los $700 y $800.

El boom

El negocio ya tiene sus años. Sufrió la llegada de la producción del cabello sintético a principios de los '70s, pero se reactivó en la última década, empujado por dos factores: la crisis de 2001 y por el auge de las extensiones.

A principios del milenio la economía devastada del país generó la nueva búsqueda de sustento. Como ocurrió en Rosario, donde un centenar de personas ofreció su pelo en menos de una semana. Tal fue la demanda que las peluquerías hasta debieron frenar sus compras, por exceso de stock.

El mismo fenómeno sucede actualmente en España, país que atraviesa una crisis económica sin precedentes. Allí el kilo de cabello (según su tipo) se paga entre $300 y $500 euros.

Por otra parte, desde hace unos años en Argentina se incrementó el uso de extensiones, lo que produjo un nuevo boom del rubro. Según expresaron desde el local Ale Madonna de Mataderos en una nota que publicó Clarín, esto sucede “porque los precios son más accesibles y porque la mujer siempre quiere lo que no tiene: si lo tiene corto, lo quiere largo y al revés”. 

Es por eso que se expandió el boom de las llamadas cortinas de pelo, que se aplican en un sector de la cabeza para darle volumen o para extender el cabello.

Si bien este tipo de compra-venta funciona a nivel local, las importaciones cobran importancia. Algunas firmas aseguran que el mejor pelo natural proviene de Brasil, Venezuela y Ecuador, por el tipo de alimentación de su población. También figuran países como la India y China. Asimismo, especialistas reconocen que en el último tiempo se incrementó en provincias del Interior como Salta o Jujuy. Sobre todo por la sustitución de pelucas traídas del exterior, ya que son mucho más caras.

A todo esto, la venta de cabello parece imparable. Aunque es, sin dudas, un mal negocio para pelados.

 

 

EL INCREIBLE PROCESO PARA FABRICAR UNA PELUCA

 

 

07 de junio de 2010

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