¿Por qué el dueño del bar no llevó a Carola a un hospital?

Los abogados de la familia de Carola cuestionan el accionar del dueño del bar donde fue agredida por Silvia Luna: "Fue omisión de auxilio".

 

En la mañana del sábado Carola se presentó a trabajar en el bar Matute de General Las Heras. Entraba, también, al lugar de su muerte. En el baño, su compañera Silvia Luna  le propició un mortal golpe en la cabeza con una maza que generalmente se usa en la cocina para ablandar carne. Ella prácticamente no tuvo tiempo de ni gritar.

Nueve días después, en terapia intensiva y tras agonizar, Carola Bruzzoni murió. Había ingresado al hospital de General Rodríguez con traumatismos, hundimiento de cráneo y en coma irreversible. Su compañera de trabajo lloraba y decía que, por su culpa, no tendría boda ni comería perdices.

Lo que desató la agresión fue la presunta difusión por parte de Carola de un video pornográfico en donde se veía a Silvia con un hombre que no era su futuro marido. El prometido al enterarse de la infidelidad decidió cancelar la boda, lo que encolerizó a Luna.

La agresora Silvia Luna, luego de lamentos televisivos por la cancelación de su boda y de un ataque de nervios que la llevó a la internación en el hospital de Las Heras, fue detenida. Primero por tentativa de homicidio y luego, al fallecer Carola, por homicidio simple.

Sin embargo otros elementos que rodearon al fatídico momento de la agresión influyeron en el final. Carola, como el resto de sus compañeros del bar Matute, no tenía regularizada su condición laboral, es decir, trabajaba en negro: sin obra social ni aporte jubilatorio, según explicaron otros empleados a 24CON. Al trabajar en negro tampoco estaba bajo la protección de una ART (Aseguradora de Riesgo de Trabajo). No obstante tampoco se llamó a una ambulancia o servicio de emergencia de ningún tipo luego de la agresión.


El abogado de la familia de Carola, Cristian Pérez Solís, explicó a 24CON el rol y el grado de culpabilidad del dueño del bar. “Nos llama profundamente la atención que los empleados del restaurant al ver el estado de Carola, en un horario entre las 8 y 8.30 de la mañana, llaman en vez de a una ambulancia al patrón y este (dos horas después) decide llevarla a la casa y no a un hospital”.

El dueño del bar, señalado como Juan Prado, estaba en Marcos Paz cuando lo llamaron para contarle lo que pasaba. Lejos de responder con la urgencia que requería el cuadro de Carola, que había recibido un fuerte golpe en la cabeza, le pidió a sus empleados que esperaran a que él llegara. Recién después de las diez de la mañana, Prado se hizo presente en su bar.

“Son preguntas de sentido común, preguntas que se hace todo el mundo: ¿Por qué no la llevó al hospital? En cambio la dejó en su casa”, explicó el letrado. Ante las consultas de este medio, Pérez Solís, quien lleva el caso junto con el abogado Miguel Ángel Arce Aggeo, aclaró que no se trata de abandono de persona, porque el dueño del bar no es quién debe garantizar el auxilio, pero si su accionar puede ser encasillado en el articulo 108 de “omisión de auxilio”: “Encontró en situación de desamparo a la persona y omite brindarle la ayuda que hasta le era exigible por ser el patrón”.

Además el abogado adelantó que solicitará la reconstrucción del hecho para poder entender que fue lo que sucedió. “Hay casilleros que queremos llenar. Estamos asistiendo a la familia que quiere saber que paso”, finalizó Pérez Solís.

El cuerpo de Carola Bruzzoni fue sepultado en la mañana del martes en el cementerio de Las Heras. La autopsia realizada a su cuerpo reveló que no tuvo chances de defenderse ya que el ataque fue sorpresivo. Carola estaba parada y hablando por teléfono según indicaron sus compañeros de trabajo, y por detrás apareció Luna. Cuando Bruzzoni percibió la presencia de la agresora detrás suyo, se dio vuelta pero no tuvo tiempo de protegerse. Carola recibió un único golpe, aplicado en el lateral izquierdo de la cabeza, casi a la altura de la sien. Además se determinó que la víctima no tiene indicios en sus brazos que permitan determinar que peleó o atinó a defenderse. Eso derriba la coartada de Luna, quien dijo que hubo un forcejeo y que el golpe con la maza lo aplicó para sacársela de encima a Carola.


27 de abril de 2010

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