Cayó presunto pedófilo buscado por Interpol

Las investigaciones continúan ya que Pedro no es el único denunciado por Interpol, otros IP fueron ubicados en San Isidro y La Matanza pero no se pudo dar aun con los usuarios.

La policía tocó a la puerta del chalet de dos plantas en Morón Sur. Juan Gómez y su esposa jamás se hubieran imaginado el motivo. Tras exhibir una orden de allanamiento, los oficiales entraron a la casa donde finalmente encontraron dos computadoras, una de la dueña de la casa y, la otra, del hijo, identificado como Pedro Gómez. En el disco rígido de la computadora del joven había alojadas 95 mil imágenes y videos de menores desnudos y practicando sexo con adultos. No eran dos o tres archivos: había completado todo el disco rígido: 80 gigas.

24CON dialogó en exclusiva con Juan Gómez, padre del acusado, quien afirmó que su hijo no es un delincuente y explicó que si bien Pedro utilizaba el E-Mule para descargar archivos de la web no es pedófilo: “Mi hijo integra muchas redes, redes de amigos, de familiares, de discípulos pero no una red de pedofilia. Y menos es un distribuidor, con el solo hecho de estar en esa página o con ese programa cualquiera pude descargar información, si encontraron una imagen en la computadora de Pedro la pueden chupar y no por eso es distribuidor” afirmó el padre convencido.

“Esto es destructivo para la vida de mi hijo, el tiene alumnos, hasta que no se resuelva este tema no va a volver a trabajar. Pero yo, que conozco a mi hijo, te aseguro que no tiene nada que ver. Si todas las personas fueran como mi hijo sería un mundo ideal y la pedofilia no existiría” sentenció el padre.

Buscado en el mundo

Desde la base operativa que la Policía Internacional tiene en Lyon, Francia, se desbarató una red de tráfico de material pedófilo dentro de lo que fue el operativo Razorback 2.0 en honor al nombre del servidor que los miembros de la red utilizaban en el sistema de carga y descarga de archivos digitales E-Mule.

La Interpol por medio de distintos sistemas informáticos, rastreó a los usuarios que compartían material pornográfico en el que intervenían menores dentro del famoso sitio de descargas. Alemanes, españoles y franceses fueron identificados sin problemas, sin embargo uno de los usuarios escapaba a las bases de datos europeas. Se trataba de un usuario argentino que por medio de su IP (un número personal que corresponde a cada computadora que se conecta a Internet) pudo ser localizado.

La investigación, entonces, fue continuada por la Policía Federal que solicitó a la empresa distribuidora del servicio de Internet información sobre la ubicación exacta de ese IP. La empresa no tardó en señalar una casa en Morón, en la calle French al 500, como el lugar exacto desde donde ese IP se conectaba asiduamente al E-Mule (E-Donkey en la versión europea).

El joven de 26 años, buscado por Interpol, fue acusado de integrar la red de pedófilos y de el delito de “distribución, publicación o producción de imágenes pornográficas de menores de 18 años”. Una pena de 6 meses a cuatro años de prisión. Sin embargo, como no se comprobó que él producía este material y, ante un pedido de su abogado, fue excarcelado, aunque continúa imputado en la causa.

Las investigaciones de la UFI 4 de Morón, encargada del caso, continuaron hasta llegar a un dato sugestivo, el joven era profesor de música y daba clases a alumnos de 4 y 5 años en el jardín de infantes 905 de El Palomar por lo que por medio de un oficio a la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires se alertó a las autoridades del establecimiento. Desde el jardín explicaron a 24CON que Pedro fue separado de su cargo por su implicación en la causa de pedofilia, aunque prefirieron no dar ninguna opinión sobre el profesor.

Por su parte desde los juzgados de Morón, la titular de la UFI 4, La fiscal Valeria Courtade, ordenó que se continúe con las investigaciones para corroborar el origen de los videos y las fotos, además informó a la organización Missing Childrens para que pudieran comparar los archivos encontrados en al computadora de Pedro con su archivo de chicos desaparecidos sospechados de haber sido introducidos en el mercado de la prostitución infantil.

Según publicaron diarios como Clarín y Perfil, en el barrio nadie imaginaba una actividad de este tipo en el joven. De ojos claros, barba de pocos días y pelo hasta los hombros, siempre se mostró amable y educado con  los vecinos, a quienes siempre saludó con una sonrisa.

Las investigaciones continúan ya que Pedro no es el único denunciado por Interpol como pedófilo, otros IP fueron ubicados en San Isidro y La Matanza pero no se pudo dar aun con los usuarios.
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