"Ana y Mía", las enemigas de las Princesas que acechan en la web

Bulímicas y anoréxicas encontraron en Internet un lugar donde compartir su distorsionado mundo de forma anónima y sin presiones sociales.

Por Jonathan Raed

“Nadie dijo que sea fácil llegar a ser una Princesa”. Esa premisa no está relacionada con la “sangre azul” ni con ocupar uno de los escalafones más altos de un reino. Pero sí está relacionada con la búsqueda de un “Príncipe azul”. No precisamente un hombre. Se busca enamorar a una sociedad aparentemente elitista en su totalidad que no acepta plebeyas, solo princesas.


¿Qué es una Princesa?
En el mundo de estas personas, una Princesa es una chica flaca. Extremadamente flaca. Esta Princesa no necesita encanto, no se le exige protocolo, no requiere de una sonrisa encantadora ni de buen humor, tampoco intelecto, siquiera el simple y complejo hecho de ser una buena persona. Esta Princesa solo tiene que ser flaca, muy flaca y su trono es la balanza.


Ana y Mía

"No he comido en cuatro días", dice en su cara.
Las presiones sociales, la baja autoestima, la inconformidad, el sentimiento de no pertenecer, que deriva en la sensación de no-ser y la impotencia de no poder modificar esas percepciones, en muchos casos llevan a (sobre todo) mujeres adolescentes a conocer a dos “amigas” tan imaginarias como reales y dañinas: Ana y Mía.


“Ana” es el nombre que alguien le dio a la Anorexia Crónica y “Mía” refiere a la Bulimia Crónica. Quienes son víctimas de estas enfermedades se auto-califican como pro-Ana y pro-Mía.


Pero lejos de sentir que Ana y Mía son sus enfermedades, quienes las padecen ven en ellas soluciones ineludibles para lo que entienden como enfermedad: la comida. “Comida, esa droga que mata lentamente”, se puede leer en la infinidad de blogs pro-Ana y pro-Mía que rondan por la web. A conocer estos puntos de encuentro virtuales apunta el foco de este artículo.


Ana y Mía para todo el mundo
Estos blogs funcionan como una suerte de redes sociales en las cuales estas personas (en su mayoría mujeres adolescentes) comparten sus experiencias, sus métodos, sus frustraciones, se brindan apoyo, se retan y promueven a Ana y Mía como una especie de Diosas que no son profetas en su Tierra.


Es decir; son conscientes de que la sociedad ve a Ana y Mía como enfermedades y, lejos de plantearse la posibilidad, optan por beatificarlas y convertirlas en mártires, incomprendidas por una sociedad intolerante. O sea, transforman a la enfermedad en dogma.


Como todo dogma, se presenta como irrefutable y todo aquel que ose cuestionarlo será calificado como hereje. Como toda fe, también tiene sus contradicciones: por un lado la idea inicial es la de enamorar a la sociedad. Por otro, cuando esa misma sociedad les dice que están enfermas, la atacan. Además, por supuesto, tienen sus mandamientos:


1_ Si no estás delgada no eres atractiva.
2_ Estar delgada es lo más importante.
3_ Comprá la ropa adecuada. Cortate el pelo, tomá laxantes, morite de
hambre... Lo que sea para estar más delgada.
4_ No comerás sin sentirte culpable.
5_ No comerás comida que engorde sin castigarte después.
6_ Contarás calorías y limitarás tus comidas de acuerdo con ellas.
7_ Los designios de la báscula (balanza) son los más importantes.
8_ Perder peso es bueno, engordar malo.
9_ Nunca se está lo suficientemente delgada.
10_ Estar delgada y no comer demuestran la autentica fuerza de voluntad y
nivel de éxito.
11_ Ser perfecta es mi meta.
12_ Mejor muerta que gorda.


Estas máximas, una más escalofriante que la otra, son una muestra fehaciente del poder de distorsión de la realidad y agresividad psicológica que poseen Ana y Mía.


Técnicas pro-SI

El quinto mandamiento habla de castigarse luego de pecar. No es en sentido figurado. De hecho, a estos castigos se los conoce como “técnicas pro-SI”. Son técnicas de auto-flagelo (“Self-Injury”, en inglés, de ahí derivan las iniciales “SI”).


La idea es someterse a distintos grados de vejaciones con el objetivo de controlarse a la hora de perder peso. Una suerte de purificación del alma a través del dolor para librarse del pecado. Sucede que en este caso el pecado es comer.


Tips, dietas, medicamentos y “recomendaciones” varias
En los mencionados blogs pro-Ana y pro-Mía las chicas postean todo tipo de “ayudas” para las Princesas. Ponerse a escuchar música cuando hay hambre para distraer la mente, dietas impracticables como ayunar durante 28 días o hacer buches de bicarbonato para cuidar los dientes después de vomitar, son algunos de los “consejos prácticos”.


Unos de los terrenos más peligrosos que recorren las Princesas es el de los medicamentos. Las chicas más experimentadas y comprometidas comparten e intercambian drogas que se utilizan para tratar pacientes con severos casos de obesidad y depresión: Reductil, Xenical, Prozac, Reneuron, Adofen son los nombres que más circulan, como así también diuréticos y laxantes. Las más jóvenes también comparten “trucos” para engañar a los padres.


Pero, fundamentalmente, los blogs funcionan como una suerte de grupos de auto-ayuda, aunque en este caso sean grupos de auto-destrucción. Chicas de diferentes países y estratos sociales (Ana y Mía, al igual que la web, no discriminan nacionalidad, religión ni estatus) comparten distintas experiencias con determinadas dietas, fiascos sufridos con novios por “estar gordas”, exponen distintos testimonios (alegres por estar más flacas o tristes y hasta suicidas por desencuentros con la balanza), se dan aliento e intercambian mails y blogs para estar en contacto.


Se ponen plazos para bajar una determinada cantidad de kilos y postean sus fotos estando “gordas” para después de la dieta comparar las figuras; además de una infinidad de imágenes de modelos ultra-flacas al estilo Kate Moss como, justamente, modelos a seguir.


Un factor común y llamativo es que en la mayoría de las fotos en las cuales las chicas muestran su “gordura”, se aprecian jóvenes con estómagos planos y los epígrafes parecen hablar de personas obesas. Otra vez Ana y Mía ponen en juego su poder de distorsión de la realidad. En esta oportunidad, los espejos y cámaras de fotos reflejan algo totalmente diferente a lo apreciado por las Princesas.

La misma usuaria posteó las fotos bajo las leyendas: "Antes y después" y "Hay que sacar ese rollo", en relación con la 1ª.

Tan conscientes como inconscientes
Otro tipo de Princesas son aquellas que tienen un conocimiento más cercano a la realidad al respecto de Ana y Mía. Las ven como demonios, pero no pueden alejarse de ellas. Se saben adictas a algo peligroso. Como el cocainómano que está consciente de que su mundo se desmorona y su salud está en peligro, pero no puede dejar de consumir. Estas personas intentan alejar de sus blogs a menores de edad y las alientan a comer.


Extracto del blog Amigasanaymia.blogspot.com:

"No me alimentes", dice lo escrito en la panza.

“Estas metiendote en un problema serio... Estas jugando con tu salud, con tu vida... Estas poniendo en riesgo tu bienestar general! Q mierda haces en mi web? que haces leyendo lo que escribo??? Pq t llenas la mente con estos pensamientos?? Si no sabes ni lo q kieres! si NO PUEDES DEJAR DE COMER, SIMPLEMENTE NO SIRVES PARA ESTO NO ES LO QUE TU ERES... SI ESTO ES UNA ENFERMEDAD, UNA DISTORCION DE LA REALIDAD...!! No es para ti! y es mejor que se mantenga asi....

Kieres tener mal aliento? kieres sentir siempre frio?? Kieres tener los dientes amarillos? no poder salir? marearte? sentirte cansada solo por caminar de tu cama al baño? tener taquicardia? dejar la delicia de poder comer PQ SI ES UNA DELICIA una maldita delicia de la q cada dia intento alejarme pq es una maldicion.... Pq tuvimos q ser gordas?? Pq esta obsecion?


En fin esto no es para hablar de mi... es para las wannabe (nenas), asi que supongo que si ya leyeron esto NO ES QUE NO KIERA AYUDARLAS NO ES Q YO SEA UNA MIERDA, DE HECHO DEBERIAN CONSIDERARME SU AMIGA POR IGNORAR SUS CORREOS... Y POR NO AYUDARLAS... ESTO NO ES UN JUEGO... Ve a un nutricionista, hax ejercicio... No saben lo que daria por poderme ver al espejo y no sentir asco al verme.. por poder compartir con todos... por no sentirme culpable cada vez que como... por poder ser realmente feliz....”.


Las Princesas encontraron en la web un lugar donde compartir su distorsionada realidad con otras personas que viven en su mismo mundo, lo cual no pueden hacer con el resto de la sociedad. Formaron una comunidad internacional y saben absolutamente todo sobre Princesas. Excepto lo más importante: se convirtieron en Princesas al momento de nacer y ahora son Princesas enfermas que necesitan ayuda.

 

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