El "Enano" Aveldaño le juró a su mujer que esa sería su última carrera

 

Orlando aceleró a fondo su Honda CVR 600 RR. No tenía miedo, conocía en profundidad el asfalto del Gálvez y le apasionaba subirse a la adrenalina sobre dos ruedas. La madrugada del sábado era espléndida: un cielo estrellado daban marco a la carrera ideal. Orlando nunca vio el vehículo que lo arrastró a la muerte.

Le había prometido a su mujer que esa iba a ser su última picada. Y lo fue. A los 47 años dejó a dos niños - Leandro, de 11, Camila de 7  y, una viuda, pero también a numerosos amigos y conocidos que lo apreciaban de manera intensa, tan intensa como fue su vida arriba de una moto.

A tres días de la fatal carrera no es muy difícil deducir que la muerte de Orlando “El Enano” Aveldaño no fue producto de un accidente, sino de una garrafal negligencia. Ellos –los corredores- toman riesgos, es cierto, pero asisten al picódromo Gálvez confiados por la seguridad que allí ofrecen. El sábado, la seguridad falló: “Un error pura y exclusivamente humano. El largador se comió el semáforo del fondo -que es el que marcaba que había autos en pista- y largó a las motos”, admitieron a 24CON fuentes vinculadas a los organizadores con escalofriante simpleza.

Lejos de hacerse cargo, hasta el momento, prefirieron el silencio que retumba en los oídos de los familiares de Aveldaño. Ellos quieren respuesta, que se haga justicia y que encierren al banderillero y a los organizadores.

La viuda anunció por Facebook: “Soy marcela la mujer de orlando, estoy agradecida por todo lo que hacen por nosotros, no dejemos que esto quede impune! les pido por favor que me acompañen a esta marcha por justicia! El 7/5 a las 19:00hs y si es necesario aremos otra marcha el 14/5! hasta que no paguen los verdaderos culpables no vamos a permitir... que hagan estas picadas inresponsables, les pido que me sigan apoyando, se los voy a agradecer mucho.” (sic)

“Fue una muerte boluda. No debería haber pasado”, dijo a este medio Aldo, uno de los pilotos que conoció al hombre oriundo de Merlo y propietario de la concesionaria llamada “Orlando Automotores”, ubicada sobre Av. Balbín al 3000. ¿Cómo era “El Enano”? “Buenísimo, una persona excelente”, recuerda quien fue alguna vez contrincante del fallecido.

 Fabián Méndez, su socio, reveló a Clarín que la noche del viernes le pidió que no fuera a correr: "Había muchas cosas que hacer en el negocio, pero él tenía tantas ganas...". El Enano se fue solo al autódromo. No pudo esperar a sus amigos de siempre, la ansiedad pudo más.

“No debería haber pasado”, coinciden todos aquellos que conocen de fierros y que, alguna vez, participaron en las picadas. Sucede que el responsable de dar luz verde a los participantes se equivocó: les dio salida cuando no se había despejado la pista y Orlado aceleró a fondo, como siempre…

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Según publica el diario Clarín, en el Gálvez se reúnen entre 800 y 2.000 personas cada viernes. Durante los últimos diez años, las motos quedaron relegadas y el protagonismo fue de los autos de calle. Pero los motoqueros hicieron fuerza y lograron su espacio. El que pasó fue el tercer viernes de picadas de motos. La entrada cuesta $ 35 y la inscripción para participar de una carrera, $ 55. El competidor firma un formulario de "responsabilidad civil", donde deja asentado que él debe hacerse cargo en caso de sufrir un accidente. En el lugar hay Policía, Bomberos y una ambulancia.

El mismo sábado, Marcos Gioiosa creó un grupo en la red social Facebook bajo el título "Accidente en el Gálvez". El sitio suma casi 6.000 miembros y convoca a una marcha al Gálvez para este viernes, "con cintas negras en las antenas de los autos y en el espejo derecho de las motos". En el autódromo ya avisaron que "se decretó duelo" y que no habrá actividad ese día.

 

 

 

 

4 de mayo de 2010