Raúl Portal

El Goebbels de Grassi

Fue vocero de Videla y ahora defiende al cura acusado de pedofilia. Los vínculos con Yabrán, el gobierno menemista y la dictadura. Por qué todos en la investigación afirman que “miente sin descaro”. Cómo defiende el negocio del call center.

Por Cecilia Di Lodovico

Quien dice ser el “amigo del alma” de Julio César Grassi dijo: “Señores, yo no sé con quién ni dónde duerme Grassi. Ni conozco a los chicos. Yo soy el que manguea, nada más”. Así se lavó las manos cuando declaró ante el Tribunal Nº1 de Morón, el 4 de febrero de este año. Ese día, Raúl Portal, el mayor defensor mediático del cura acusado de pedofilia, fue el único testigo presentado por los abogados de Grassi que no ensayó ninguna mentira para rescatar del infierno a su guía espiritual. Así, puertas adentro del Tribunal, Portal se salvó de ser acusado de “falso testimonio”, como lo fueron otros colaboradores del sacerdote (Juan Domingo Pérez, Flavio Mondolo, Carlos Carvallo y Alicia Melgarejo).


“En el sillón de mi casa estuvieron sentados Enrique Gorriarán Merlo, y el coronel Seineldín. Es que son amigos”, admite sin pudor cada vez que le preguntan,  reconociendo con liviandad que fue funcionario de la secretaría de Prensa del ministerio del Interior durante la última dictadura militar.

 

Por los ´90, Grassi paseaba por los medios denunciando supuestas sectas. En una de sus vueltas por FM Católica conoció a Raúl Portal y lo maravilló su espíritu solidario. Años más tarde, en 1993, ambos comenzaron la epopeya de la Fundación Felices los Niños. "Prácticamente soy cofundador de la Fundación", admitió, y se refiere a sí mismo como "el mediador entre los poderosos" y el cura.

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