El ruego de un policía que llevaba 135 kilos de cocaína

Lo pararon gendarmes en una ruta y quiso "sacar chapa" con su credencial, pero descubrieron que llevaba droga.

 El policía iba manejando su Chevrolet Corsa Classic por la ruta nacional 34, en Salvador Mazza, cuando llegó al control vial ubicado en el kilómetro 1485. Marcelo José María Flores llevaba puesto el uniforme de la fuerza de seguridad provincial y quiso "sacar chapa" cuando lo pararon. Su credencial no amilanó a los gendarmes, que lo hicieron bajar del auto para que abriera el baúl.

Allí fue cuando, en un acto de desesperación, Flores lanzó: "Jefe hágame la gauchada, estoy cagado". El ruego no le sirvió de mucho. En la requisa descubrieron que llevaba cuatro cajas de color marrón con la inscripción "Querubín". Al abrirlas ante la presencia de dos testigos corroboraron las sospechas: había 130 paquetes que contenían 135,685 kilos de cocaína, con una concentración promedio superior al 83,8 por ciento.

Un policía fue detenido en Salta cuando transportaba poco más de 135 kilos de cocaína en el baúl de su auto.

El valor de la droga incautada fue estimado en poco más de 2,1 millones de dólares.

Todo ocurrió a las cinco de la mañana del 23 de noviembre de 2017 a la altura del paraje El Arenal de Salvador Mazza, en Salta, una ruta por donde los narcos pasan habitualmente la cocaína que proviene de Bolivia.

El sospechoso fue detenido por personal de la Sección Vial Caraparí, dependiente del Escuadrón 61 Salvador Mazza de Gendarmería Nacional.

Ahora, el fiscal federal de Tartagal a cargo del caso, Carlos Hernán García, requirió la elevación a juicio de la investigación.

En el operativo le secuestraron al sargento Flores, de 44 años, quien fue inmediatamente desplazado de la Policía, la pistola 9 milímetros que llevaba debajo del asiento del conductor y el cargador con 13 municiones. Además, llevaba 4.500 dólares.

El arma, según confirmaron a Clarín fuentes judiciales, había sido robada en 2002 al Cuerpo de Bomberos de la Policía de Córdoba.

En enero de 2017, Flores había protagonizado un accidente de tránsito en la misma ruta 34, adonde murió un aspirante a policía que viajaba con él, por lo que estuvo con licencia médica hasta el 4 de abril del mismo año y le quitaron su arma reglamentaria.

Flores, que trabajaba como chofer en la comisaría 42° de Tartagal, fue imputado por "tráfico de estupefacientes en su modalidad de transporte, agravado por su calidad de funcionario público".

Al mismo tiempo, por "tenencia de arma de guerra en concurso ideal" "encubrimiento en la modalidad de receptación de cosas provenientes de un delito".

Tras su arresto, relevaron al jefe de la seccional adonde trabajaba el imputado.

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