Turquía se "argentiniza" con una crisis similar

En 2018, la lira turca se depreció 24% frente al dólar, mientras que la inflación duplica las metas del gobierno. "Es el momento de restaurar la credibilidad de la política monetaria y recuperar la confianza", dicen en Estambul. Diferencias y similitudes con la Argentina

¿En que se parecen Turquía y Argentina? A simple vista muy poco, pero de un tiempo a esta parte todo indica que el gobierno de Erdogan se está "argentinizando" al menos en cuestiones económicas.

De hecho, está enfrentando una corrida cambiaria de proporciones, que en forma tardía busca frenarla subiendo en forma sustancial las tasas de interés, todo ello en un contexo en el que la inflación se está empinandomuy por encima de los objetivos del gobierno turco.

Para Claudio Loser, ex director del Fondo Monetario Internacional  (FMI) para América Latina, tanto en el caso de la lira turca como en el peso argentino, hay un gran "componente nacional" detrás de las depreciaciones.

A lo cual se suma, según el propio Loser que "ha habido un cambio en la situación general", a partir de la fortaleza del dólar, con una economía que cree rápidamente en Europa y EE.UU., tasas de interés que suben, y muchos inversores queriendo reducir el riesgo debido a medidas proteccionistas que pueden afectar a estos países.

En el caso puntual de Turquía, ante una situación que se complica día a día, el Banco Central de ese país se vio obligado el jueves a subir una de sus principales tasas de interés en tres puntos porcentuales para intentar detener la fuerte depreciación a la que se enfrenta la lira turca.

La decisión ha servido inicialmente para reducir la caída de la monedafrente al dólar, pero los analistas consideran que no alcanzará para frenar una demanda que no cede. De hecho, este viernes, la lira volvía a caer casi 4% en su relación con el dólar.

Según comunicó el Banco Central del país, se ha decidido incrementar la tasa de interés de la ventanilla de préstamos del 13,5% al 16,5%. De esta manera, es la cuarta suba que realiza en lo que va del año, partiendo del 12,75% de finales de 2017.

Una medida que Cem Tözge, del fondo de inversión turco ATA Yatirim, definió como "necesaria", pese a que "llega tarde".

"Es el momento de restaurar la credibilidad de la política monetaria yrecuperar la confianza del inversor", dijo el viceprimer ministro Mehmet Simsek en Twitter poco antes del anuncio del Banco Central.

"El gobernador del Banco central y los miembros del comité de política monetaria tienen todo mi apoyo para frenar el declive de la lira y alcanzar la estabilidad de los precios", tuiteó.

A los inversores les preocupa la política monetaria, sobre todo después de que el primer ministro Erdogan, un autodenominado "enemigo de las tasas de interés", dijera la semana pasada que espera ejercer un mayor control monetario tras las elecciones que se celebrarán el 24 de junio.

La inflación en Turquía  se encuentra cerca del 11% anual, es decir que más que duplica el objetivo del gobierno, que es del 5% anual. Buena parte de la brecha se puede atribuir a la presión que ejerce el tipo de cambio  que no deja de subir.

Es que la divisa turca se ha depreciado casi un 24% desde principios de año contra el dólar y más del 37% en los últimos doce meses, lo que estáencareciendo las importaciones de un país que presenta un déficit por cuenta corriente prácticamente crónico y que depende sobremanera del exterior.

 

Ante la gravedad de la situación, desde la agencia de calificación crediticiaStandard & Poor's (S&P) se instóa las autoridades del país a que tomaran medidas para paliar la crisis bajo amenaza de que se viera afectado el rating de Turquía, que ya fue rebajado a inicios de mayo hasta el status de 'basura' con perspectiva "estable".

El hundimiento de la lira turca se está produciendo junto al de otras divisas emergentes, como el peso argentino o el real brasileño, aunque las circunstancias particulares de las divisas agravan también los impactos. En el caso de Turquía, el deseo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de controlar más el Banco Central  turco ha acentuado la caída de la lira en las últimas semanas.

El capital huye de Turquía

Después de disfrutar de una década de constante llegada de dinero en busca de los altos rendimientos de Turquía-frente a intereses cercanos a cero o negativos en la Eurozona y Estados Unidos- ahora estos flujos especulativos (hot money) están abandonando el país euroasiático en busca de refugios más seguros, revelando la dependencia que durante años había alimentado el crecimiento de la economía turca.

Una situación que se vio exacerbada en la madrugada del miércoles por las órdenes de venta stop-loss emitidas desde Japón para evitar más pérdidas en las inversiones denominadas en liras turcas.

Los inversores temen un recalentamiento de la economía turca con una inflación actual de alrededor del 10% y también que las deudas en divisas extranjeras de numerosas compañías no puedan pagarse.

Además, el próximo 24 de junio, los votantes de Turquía  tendrán que elegir a su partido político preferido a la vez que votan por su candidato presidencial.

"A medida que se acercan las elecciones van a hacer muchas cosas para intentar que las perdamos. Ahora mismo vemos cómo juegan con el dólar. Pero el pueblo ha descubierto el juego y a sus jugadores, ha visto a las marionetas y a quienes las manejan", denunció el miércoles el vice primer ministro y portavoz del Ejecutivo, Bekir Bozdag, acusando a los mercados de tratar de derrocar al presidente Erdogan.

En medio de la crisis, el ministro de Economía, Nihat Zeybekçi, instó a todas las instituciones implicadas a "hacer lo necesario" para detener una caída que definió como "especulativa y anormal".

Ante este pedido, la Bolsa de Estambul respondió vendiendo todas sus reservas en divisas, pero no fue suficiente para atajar las pérdidas. "Vimos las cotizaciones más allá de los niveles razonables" dijo el presidente de la entidad, Himmet Karadag.

Era una decisión reclamada por la mayoría de actores económicos desde hace meses, como modo de atajar la creciente inflación, fomentar el ahorro y detener la depreciación de la lira, pero hasta ahora Erdogan había impedido que el Banco Central procediese con ella.

Según la heterodoxa visión económica del presidente turco, lo que provoca la inflación son los altos intereses, y no al revés. Y ya no sólo lo dice en los discursos a sus seguidores, sino que, la semana pasada, se lo dijo en la cara a inversores de la City londinense durante una reunión convocada, en principio, para calmar su ansiedad respecto a la economía turca.

Los participantes, según confesaron a la agencia Reuters, salieron del encuentro muy preocupados. "¿Por qué demonios viene a Londres y le dice a inversores institucionales que quiere bajar los intereses, exáctamentelo contrario de lo que quieren escuchar?", afirmó uno de ellos.

Por si fuera poco, el presidente turco concedió una entrevista en la que aseguró que, si gana las elecciones, reforzará su control sobre la política monetaria delBanco Central

"En la crisis de la lira turca, el Gobierno de Turquía  se agarra a inútilesteorías de la conspiración. ¿Cuánta más devastación necesita Ankara antes de darse cuenta de que esa entrevista a Bloomberg es la que ha desencadenado la crisis?", se preguntaba en Twitter Marc Pierini, exembajador de la UE ante Turquía.

De hecho, la oposición turca se ha lanzado a la yugular de Erdogan y el candidato socialdemócrata a la presidencia, Muharrem Ince, exigió al mandatario islamista que respete la independencia del Banco Central y que "despida inmediatamente" a su equipo de asesores económicos, liderado por polémicos personajes como Yigit Bulut.

Este último gano celebridad por asegurar que hay una confabulación en marcha para asesinar a Erdogan "mediante telequinesis", o Cemil Ertem, quien, hace dos meses, en plena depreciación de la lira, aseguró que el Gobierno turco haría "exactamente lo contrario" a lo que le recomendasen los organismos financieros internacionales.

Otra de las candidatas a la presidencia, la nacionalista Meral Aksener, ha criticado la "arrogancia" de Erdogan en temas económicos y ha denunciado su insistencia en enfocar todas sus políticas en el "consumo" y en la "construcción", sin invertir en sectores más productivos.

En cuanto a las elecciones, si ninguno de los candidatos presidenciales recibe más del 50% de los votos habrá una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos principales el 8 de julio. La cercanía de las elecciones también está generando incertidumbre entre los inversores

"Los elevados niveles de inflación y las expectativas negativas plantean riesgos en el comportamiento de los precios. De acuerdo con esto, el Comité ha decidido implementar una fuerte restricción de la política monetaria para apoyar la estabilidad de precios", ha destacado el instituto monetario.

El Banco Central  continuará usando todas las herramientas a su disposición para conseguir la estabilidad de precios, que es el objetivo del banco central, reza el comunicado.

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