Los riesgos que Sampaoli corre en la columna vertebral de la Selección

Los interrogantes alrededor del arquero, de los marcadores centrales, del "5" y de los centrodelanteros. Hasta hay algunas dudas que rozan al 10...

 A tono con las irregularidades que tirotearon a la Selección desde el Mundial de Brasil, con Gerardo Martino y Edgardo Bauza como dos entrenadores que quedaron en el camino y con el técnico actual que ni siquiera alcanza a recorrer un año desde su debut celeste y blanco, Argentina desembarcará en Rusia disparando interrogantes potentes en la columna vertebral del equipo. Al menos, es lo que transmite Jorge Sampaoli con sus 23 nominados y con algunas de sus definiciones.

Argentina hoy no sabe qué manos la defenderán. "Es imprudente decir quién sería el arquero", afirmó Sampaoli. Es una frase que inquieta a Sergio Romero, el hombre que más veces ocupó el arco de la Selección en su historia, pero sin continuidad en el Manchester United. Es una declaración que ilusiona a Franco Armani, quien se metió en la lista a pesar de no haber sido citado nunca, y por qué no también a Wilfredo Caballero.

No hay recambio en el corazón de la defensa que garantice solvencia y ritmo futbolístico. Si sufrieran lesiones o expulsiones Nicolás Otamendi y Federico Fazio, Sampaoli debería escoger entre Javier Mascherano, quien se fue a China para jugar de mediocampista (el puesto donde se formó y el que más siente) y no atrás, y Marcos Rojo, quien en el Manchester United ni siquiera es considerado por José Mourinho para ser suplente y además exhibió múltiples fragilidades en su última exposición con la Selección en la paliza padecida ante España. Podría Gabriel Mercado ser marcador central (en Sevilla juega mucho en ese sitio), pero Sampaoli lo piensa como lateral derecho, rol donde no abundan especialistas que convenzan.

Tampoco hay un volante de contención que combine plenitud física y juego. Al "5" titular, Lucas Biglia, lo acosan los dolores en la espalda por la fractura de dos vértebras, todo acentuado por el golpe de Alejandro "Papu" Gómez. La alternativa de reemplazo es Javier Mascherano, a quien le sobra experiencia pero lo envuelven más que nunca los interrogantes futboleros por su nivel híper bajo ante España, algo que también ese día distinguió a Biglia. Como otra variante podría elegir el DT a Ever Banega, pero con rasgos más alejados del equilibrio que se requiere para esa función.

El combo lo completan los dos centrodelanteros: uno hace mucho que no juega y el otro está lleno de fantasmas. Sergio Agüero parece recuperado de una artroscopia en la rodilla izquierda, pero sus últimos minutos oficiales se encuentran recién el 10 de abril y la última vez como titular la vivió el 4 de marzo. Demasiado tiempo sin jugar. Mientras que Gonzalo Higuaín, más allá de que sólo gritó un gol en los 14 partidos protagonizados en los últimos dos meses, carga con el estigma de sus definiciones fallidas en las finales de Selección perdidas.

Hay abundancia de futbolistas con características para recorrer las bandas partiendo desde el medio o en ataque. Tal vez ahí podría haber resignado un intérprete para potenciar alguna de las zonas rojas del plantel. Sampaoli sabrá... En principio, ni siquiera la columna vertebral regala paz total con su 10. El problema, por supuesto, no es Lionel Messi. Es más: él encarna la máxima ilusión. El dilema es cómo y con quién el equipo lo acompañará. ¿O de nuevo la Selección lo abandonará?

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