Los fondos y negocios mas oscuros de la campaña del PRO

 Al menos 8 empresas contratistas del Gobierno porteño aportaron 500.000 pesos cada una a la campaña presidencial de Macri. Lo hicieron a través de sus dueños o ejecutivos para evadir la ley que prohíbe aportes de firmas vinculadas al Estado.

La campaña de Mauricio Macri se financió con dinero de contratistas del Estado porteño. A contramano de la ley nacional que regula los aportes que puede recibir un partido político. Durante 2015 el PRO recibió por lo menos 4 millones de pesos vinculados a empresas que el Estado porteño contrata habitualmente. Salvo un caso, las donaciones no se hicieron de manera directa, sino que el dinero lo aportaron los propietarios o altos ejecutivos de las firmas, para evadir las regulaciones.

Llamativamente todos los contratistas pusieron la misma cifra: medio millón de pesos. Esta investigación del diario web Nuestras Voces detectó al menos ocho empresariosde distintos rubros con licitaciones o contratos en distintos ministerios porteños que aportaron exactamente el mismo monto. La coincidencia en la cifra da lugar a sospechar un esquema de retornos o compromisos al momento del otorgamientos de los contratos y evidencia falta de “espontaneidad” en los aportes individuales.

El inciso C del artículo 15 de la “ley de financiamiento de los partidos políticos” prohíbe explícitamente que los partidos acepten “contribuciones o donaciones de empresas concesionarias de servicios u obras públicas de la Nación, las provincias, los municipios o la Ciudad de Buenos Aires”.

En esta investigación revelamos cómo se esquivo esta regulación a partir del análisis de los Estados Contables del PRO que publicó recientemente el Poder Judicial de la Nación.

Contribuciones y Donaciones Privadas de Personas Físicas por 500 mil pesos

Gustavo Quiroga, propietario de la firma “Quiroga Agencia de Medios”, que tiene entre sus clientes al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y al Banco Ciudad.

Gerardo Bonetto, integrante de la cúpula de LX Argentina, empresa de servicios de limpieza que tiene múltiples negocios con la Ciudad, como por ejemplo el mantenimiento de todos los edificios de la Policía Metropolitana.

Antonio Gómez, empresario de la construcción titular de la empresa Maquivial, con numerosos contratos con el Estado porteño en asfaltado y bacheo (en los noventa su empresa tuvo un efímera fama por la polémica construcción de una pista de aterrizaje en Anillaco, en La Rioja, donde el ex presidente Carlos Menem tenía una casa).

Pablo Elías, presidente de la empresa Desobstructora Argentina SA, ganadora de licitaciones del Ministerio de Ambiente y Espacio Público Porteño.

Teresa Zampino, esposa de Nicolás Maccarone, de Coinsa Construcciones, también adjudicataria de licitaciones millonarias del Ministerio de Ambiente

Mario Ángel Raspagliesi, presidente de la constructora Bricons, que tuvo a su cargo la construcción de parte del Metrobus, del MAMBA, del Parque Ciudad Universitaria y de varias comisarias de la Metropolitana y escuelas porteñas.

Hector Pilla, presidente de Serbeco SA, empresa que tiene a su cargo el millonario negocio “del mantenimiento de higiene urbana” en villas de la Ciudad.

-Un caso distinto es el de Eduardo Elsztain, mega desarrollador inmobilario, dueño los principales shoppings de la ciudad, que aportó directamente desde su empresa IRSA – Inversiones y Representaciones SA. Justamente IRSA arrienda el predio del BA Design al gobierno porteño por una suma irrisoria. Nuestras Voces además demostró su vinculación con la adquisición de terrenos por parte del actual presidente, Mauricio Macri, en Salta y Pilar.

Para el caso de los ejecutivos que aportaron a instancias de los dueños de las empresas también se aplica el inciso g) del mismo artículo 15 de la ley de financiamiento, que prohíbe “contribuciones o donaciones de personas que hubieran sido obligadas a efectuar la contribución por sus superiores jerárquicos o empleadores”. Claro que es algo difícil de demostrar, además de que todos ellos se vieron beneficiados con poder descargar la donación del pago de impuesto a las ganancias. Sin embargo un cruce de llamados telefónicos con los recaudadores del PRO y un análisis de sus declaraciones impositivas podrían darle a la Justicia elementos probatorios.

Aportar a ganador

Además de los contratistas porteños, la lista de grandes aportantes se completa con agropecuarias, bancos privados, mineras y hasta un canal de TV.

El extenso listado al que accedió Nuestras Voces incluye tanto donantes particulares con montos menores, hasta grandes aportantes que llegaron a desembolsar un máximo de 1,5 millones para apoyar la fórmula de centroderecha que alcanzó el triunfo definitivo en el balotaje del 22 de noviembre.

Aparece allí “América TV”, del Grupo Vila-Manzano en copropiedad con Francisco De Narváez, donando 500 mil pesos. El listado incluye además a la cúpula empresarial local: Jorge Brito, José Luis Pardo, Eduardo Eurnekián, Federico Zorraquin y Guillermo Stanley. En algunos casos, el dinero lo desembolsaron a título personal y en otros a través de sus empresas. Todos aportaron un piso de medio millón de pesos.

Hay además una coincidencia entre los primeros sectores beneficiados con las políticas de Cambiemos y los aportantes. En el rubro agropecuario, que recibió la primera buena noticia (incluso antes de asumir) de que se quitarían velozmente todas las retenciones, figuran las empresas Campagro, Nidera, Cargill entre muchas otras. Sólo Nidera, líder en venta de semillas (principalmente de soja), donó al partido de Macri un millón de pesos. La Bolsa de Cereales aportó otros $500 mil al igual que Molinos Río de la Plata,

El sector financiero, otro beneficiado con las nuevas políticas, también aportó fuerte. Entre otros, Jorge Brito, dueño del Banco Macro; el Banco Mariva; el Nuevo Banco de Santa Fe; y Guillermo Stanley, el ex ejecutivo del Citibak, pusieron casi dos millones de pesos. Stanley es, además, el padre de Carolina Stanley, la actual Ministra de Desarrollo Social de la Nación.

A ellos se suman la firma Swiss Medical, que sobresale con $1,5 millones. Garbarino(100 mil), La Caja Aseguradora -de la familia Werthein- (500 mil), Federico Zorraquin, dueño de Rheem Argentina (500 mil). INC SA, la firma que administra Carrefour Argentina (250 mil), Tam Lineas Aéreas (500 mil) y Servicios Aéreos Sudamericanos de Eduardo Eurnekián (500 mil).

En total entraron $ 124.275.670 a las arcas del PRO durante 2015. Los fondos se completaron con cenas de recaudación y aportes de cientos de particulares que quisieron apoyar a Cambiemos democráticamente y ahora ven su apoyo manchado por los negocios del PRO. Y también porque uno de los aportantes particulares, fue Alejandro Fabián Sidero ($50), el francotirador que atacó a balazos la inauguración de un local de Nuevo Encuentro en Villa Crespo, hiriendo a dos personas. Hoy está acusado de tentativa de homicidio y prófugo.

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