Bronca dentro del PRO por funcionarios que no cobran

 Hay demoras en los nombramientos por aumentos de secretarias y subsecretarias. Sólo unos pocos tienen aprobada su estructura. 

 Una parte de los funcionarios del PRO vive por estas horas momentos de bronca y preocupación por las demoras en el nombramiento de funcionarios políticos en el Gobierno nacional, que hace que los dirigentes se desempeñen en sus tareas pero todavía no cobren sus salarios.

Sucede que sobran un total de 20 Ministerios y sólo unos pocos tienen aprobada su estructura por debajo de los niveles de Secretarios y Subsecretarios de Estado. Así, se acumulan los directores nacionales y funcionarios de más bajo rango que son designados por decisión política pero que por el momento no cuentan con su nombramiento formal. Esto hace que también se vea trabado el mecanismo por el cual se pagan sus salarios.

La situación de los funcionarios que siguen sin cobrar, cuando ya llevan cinco meses trabajando, llegó al máximo nivel del Gobierno, que ahora se propone regularizar esa situación.

En este marco el ex presidente Eduardo Duhalde sostuvo en diálogo con radio Del Plata que “recién están armando el gobierno”. “Hay una cuarta parte que no se ha llenado todavía”, indicó.

Hay que recordar que la "planta política" del Estado nacional creció desde que Mauricio Macri asumió la Presidencia en diciembre pasado.

De acuerdo al análisis de los datos publicados en el Boletín Oficial, la consultora Prospectiva señala que las secretarías de Estado pasaron de 71 el 10 de diciembre de 2015 a 88 al 31 de marzo. Y las subsecretarías, de 165 a 205 en el mismo período. Las cuentas más conservadoras señalan que ese crecimiento de 23 % en designaciones políticas permite proyectar la generación de, por lo menos, 80 nuevas direcciones nacionales y 240 nuevos cargos de directores simples y coordinadores.

Según publicó hace algunos días el diario Página 12, el crecimiento de esas áreas del Estado plantea un inédito desplazamiento de dinero a un sector con los salarios más altos en el escalafón del Estado.

De esta manera indican que mientras se despiden a empleados de bajos rangos, el salario en bruto de un secretario es de 105 mil pesos y de un subsecretario, de 95 mil. A esto se suma la creación de cargos “extra-escalafonarios”, que son puestos sin estructura orgánica en el Estado, destinados históricamente a asesores políticos.

En este sentido sólo durante los primeros tres meses de gestión, el macrismo designó más asesores que los que tuvo Cristina Kirchner durante el 2015. Al 10 de diciembre, los extra-escalafonarios eran 303; al 30 de marzo, 389. Eso marca un crecimiento real de 86 cargos. 

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