La vida es una galletita
La distribuidora Gaona, instalada en San Martín, es una de las más grandes del Conurbano. Abastece a los super chinos. Sus empleados aprenden mandarín y trabajan las 24 horas para satisfacer la demanda.
Entre panes y facturas nació hace 44 años la distribuidora Gaona, primero como una alternativa comercial de la panadería que la familia Palacio tenía en el barrio porteño de Flores, sobre la avenida que dio nombre a la empresa.
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Los años transcurrieron rápido, el negocio fue creciendo, trasformándose. Del abuelo paso al padre, y del padre a los hijos, quienes hoy, y desde principios de los noventa, manejan el destino de la distribuidora.
“Fue una gran transformación, de las ferias al mayorista, porque venían a comprarte al mayorista directamente, y del mayorista a la distribuidora cuando tomamos nosotros la empresa después de unos problemas de salud de mi papá y comenzamos con la distribución” continúa explicando Marcelo.
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“En esos años hubo una transformación en
el plano comercial, en el año 94, 95. Aparecen los autoservicios chinos, que eran un nuevo mercado y un grupo de clientes especiales. El comercio se volvió más dinámicos, y desde entonces no paramos de crecer, de Flores, donde habíamos estado toda la vida, fuimos a Mataderos a un deposito más grande, pero a los dos años nos quedó chico, alquilamos otro galpón mientras buscábamos a donde mudarnos, y San Martín fue el mejor lugar de los que analizamos”, explican los hermanos Palacio.
Mar del Plata, Rosario, Entre Rios, Córdoba, Mendoza son algunos de los destinos de los envíos de la distribuidora, pero el “fuerte” de clientes es la Zona Oeste y Norte del Conurbano. Con más de 2800 clientes, principalmente autoservicios chinos, la empresa funciona las 24 horas en distintos turnos para poder abastecer la cantidad de pedidos y entregar la mercadería en no más de 48 horas.
“Es una fábrica de pedidos, el grupo de ventas está generando los pedidos desde las 8 de la mañana a las 9 de la noche que es el horario en el que trabajan los autoservicios, vía telefonía llega el pedido, y ya desde hace unos años, nos vemos obligados a trabajar 24 horas para cumplir con el envío en menos de 48 horas” aclara Marcelo. “No queda otra que trabajar de noche para soportar esa demanda de pedidos” explica honestamente Julio, el otro hermano quien junto a Marcelo, a su hermana Silvia y a la madre de los tres, Silvina Palacio comandan la empresa.
Fabricantes como Kraft, y Arcor eligieron a Gaona como su distribuidora, y el amplio conjunto de supermercados chinos lo prefieren ante la competencia, según sus dueños por la distinta atención que le brindan a cada miembro de la cadena de distribución de los productos que comercializan, “Nuestros vendedores aprendieron chino, muchos están haciendo el curso, es chino comercial y técnico para que puedan comunicarse fluidamente con el cliente y lo puedan entender, además siempre cumplimos en el plazo de envío. Si el cliente puede comprar el producto a varios distribuidores pero hay uno con el que se entiende y puede dialogar, al mismo precio elige a ese distribuidor. Además participamos de las exposiciones que realiza la Cámara China en la Rural, y nosotros mismos hacemos la ExpoGaona en el Hotel Sheraton, el año pasado fue la cuarta edición y participaron más de 3000 personas, nuestros proveedores tuvieron sus stands y regalamos un viaje para dos personas a Pekín y varias motos” finalizó Marcelo.
Una empresa familiar que lejos de limitarse sigue creciendo, en poco menos de 50 años transformaron lo que podía ser un mero intermediario en la cadena de distribución de productos alimenticios en una empresa que lleva adelante su marca y es el principal abastecedor de los comercios del Conurbano.
Mar del Plata, Rosario, Entre Rios, Córdoba, Mendoza son algunos de los destinos de los envíos de la distribuidora, pero el “fuerte” de clientes es la Zona Oeste y Norte del Conurbano. Con más de 2800 clientes, principalmente autoservicios chinos, la empresa funciona las 24 horas en distintos turnos para poder abastecer la cantidad de pedidos y entregar la mercadería en no más de 48 horas.
“Es una fábrica de pedidos, el grupo de ventas está generando los pedidos desde las 8 de la mañana a las 9 de la noche que es el horario en el que trabajan los autoservicios, vía telefonía llega el pedido, y ya desde hace unos años, nos vemos obligados a trabajar 24 horas para cumplir con el envío en menos de 48 horas” aclara Marcelo. “No queda otra que trabajar de noche para soportar esa demanda de pedidos” explica honestamente Julio, el otro hermano quien junto a Marcelo, a su hermana Silvia y a la madre de los tres, Silvina Palacio comandan la empresa.
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Una empresa familiar que lejos de limitarse sigue creciendo, en poco menos de 50 años transformaron lo que podía ser un mero intermediario en la cadena de distribución de productos alimenticios en una empresa que lleva adelante su marca y es el principal abastecedor de los comercios del Conurbano.
