La vida de Escrivá de Balaguer

José María Julián Mariano Escrivá de Balaguer y Albás, nació en Barbastro, Huesca, 9 de enero de 1902 y falleció en Roma, el 26 de junio de 1975. Fue sacerdote fundador en 1928 del Opus Dei y santo de la Iglesia Católica.Fue beatificado por Juan Pablo II el 17 de mayo de 1992 y canonizado el 6 de octubre de 2002. Su fiesta se celebra el 26 de junio.

El 2 de octubre de 1928, según su propio testimonio, "vio" que Dios le pedía que difundiese en todo el mundo la llamada universal a la santidad, y que abriera un nuevo camino dentro de la Iglesia —el Opus Dei (traducido significa "Obra de Dios")— para transmitir a todos los hombres que se pueden santificar a través del trabajo.

En 1934 publica un pequeño libro llamado Consideraciones Espirituales, que, ampliado durante los años siguientes, incluso durante la Guerra Civil, será reeditado en 1939 con el título de Camino.

Como medio para alcanzar los fines de la institución, Escrivá concibe el llamado "plan de vida" que deben seguir los miembros, que por aquellos años se va perfilando e incluye, entre otras, prácticas como la misa diaria, comunión, rezo del ángelus, visita al sagrario, lectura espiritual, rosario y mortificaciones.

Hacia 1935/36, en la academia DyA (Derecho y Arquitectura) recién fundada en Madrid, los estudiantes comenzaron a practicar algunas de las ideas que el fundador concibió, y comenzaron a aparecer los signos distintivos de la futura Obra, y que serían consideradas en adelante muestra de "buen espíritu", como la corrección fraterna, ayunos y la mortificación corporal, por ejemplo dormir en el suelo, castigarse el cuerpo por medio de un cilicio apretado en el muslo durante dos horas al día y golpearse las nalgas con unas "disciplinas" (latiguillo de cuerda) una vez a la semana.

Según Escrivá, la finalidad de estas prácticas era unirse a la cruz de Cristo, domar las pasiones y obtener dones de Dios, castigando el cuerpo y refrenando la voluntad.[Para servir de ejemplo, Escrivá se entregaba a todas estas mortificaciones, hasta el punto de dejar salpicadas de sangre las paredes cuando se azotaba,  si bien no recomendó llegar hasta estos extremos a sus seguidores y aconsejaba también otro tipo de mortificaciones, relacionadas con la vida cotidiana.

Por aquella época sus seguidores empezaron a llamar "el Padre" a Escrivá, aunque según críticos como Jesús Ynfante era el propio Escrivá quien deseaba hacerse llamar así. Escrivá rehusó cualquier otro trato, por ejemplo, el de monseñor cuando le fue otorgado dicho título.
Al estallar la Guerra Civil Española, en 1936, Josemaría se encuentra en Madrid. La persecución religiosa le obliga a refugiarse en diferentes lugares. Por ejemplo, fue hospitalizado de forma clandestina en una clínica psiquiátrica con la cobertura de estar aquejado fuertemente de reumatismo. También fue trasladado al consulado hondureño durante 6 meses, realizando varias tentativas infructuosas para salir con documentación falsa del Madrid leal a la República.

Cuando acaba la guerra en 1939, se produce un radical cambio en las estructuras del país y se inicia la dictadura del Ejército que instala al general Franco como dictador, instaurando un nuevo orden, conocido como Nacionalcatolicismo e iniciando una dura represión de los opositores.

Las relaciones de Escrivá y Franco fueron complejas y son motivo de polémica.
En los años posteriores a la guerra muchos obispos de toda España le llaman para dirigir ejercicios espirituales a sacerdotes de su diócesis. También predica a religiosos —-entre ellos a los agustinos de la comunidad del Monasterio de El Escorial—- por petición de los respectivos superiores, y a muchos laicos.

A causa de la diabetes y de las complicaciones asociadas a ella, la salud de Escrivá se fue deteriorando gravemente. Según críticos como Jesús Ynfante[sus episodios de mal humor y cólera fueron más frecuentes al hacerse mayor, como narra Lluis Carandell en una anécdota.
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